La ópera regresa en febrero al escenario del Gran Teatro con Otello, de Guisseppe Verdi, con libreto de Arrigo Boito, a partir de la obra de Shakespeare Otelo, el moro de Venecia. Se trata de una producción escénica del Teatro Principal de Palma de Mallorca, cuya producción musical corre a cargo de Instituto Municipal de las Artes Escénicas de Córdoba, con la intervención del Coro de Ópera Cajasur y la Orquesta de Córdoba. Así, los días 15 (21.00 horas) y 17 de febrero (19.00 horas) los amantes de la lírica podrán disfrutar de este montaje, al que darán vida los cantantes Gregory Kunde (Otello), Isabel Rey (Desdémona), Angel Ódena, (Iago), Mireia Pintó (Emilia), Francisco Corujo (Cassio), Manuel de Diego (Roderigo) y Domingo Ramos (Ludovico).

La dirección musical corre a cargo de Miquel Ortega y el director de escena es Alfonso Romero. En este espectáculo, cuyo diseño de escenografía está firmado por Miguel Massip, también destaca el vestuario, que es una creación de María Miró. La acción de esta ópera de Verdi, cuyo estreno tuvo lugar en febrero de 1887 en el Teatro de la Scala de Milán, tiene lugar en Chipre, donde el pueblo está esperando la vuelta de Otello, general veneciano y ahora gobernador de la isla.

El pueblo celebra su vuelta con gran júbilo, pero no todo el mundo está tan dichoso por la vuelta de Otello: Iago, alférez de Otello, está resentido con él porque no ha sido elegido para sustituirle en su ausencia y que esta responsabilidad recayera en Cassio, amigo de Desdémona, esposa de Otello, desde la infancia. Iago trama una estrategia para descalificar a Cassio, consigue que se emborrache y que Otello lo destituya. Desdémona habla con Otello acerca del perdón a Cassio, y Otello empieza a sentir celos del interés de su mujer hacia Cassio.

Iago aprovecha y quita un pañuelo a Desdémona y lo esconde en las cosas de Cassio para después insinuar una relación entre ellos. Cuando Otello descubre que el pañuelo de Desdémona lo tiene Cassio es devorado por los celos y, movido por una furia ciega, este la mata en la cama, desoyendo las súplicas de la inocente Desdémona. Emilia, amiga de Desdémona y esposa de Iago, le releva que la traición es falsa y Otello, vencido por el remordimiento, se quita la vida dándole un último beso a Desdémona.