Después de más de 30 horas de experiencias, música, deportes, gastronomía, artesanía, danza, sonidos y aromas de ocho grandes ríos del mundo junto al Guadalquivir, el Festival Ríomundi cerró ayer su programa con un importante éxito de público. Las numerosas actividades que se han desarrollado junto al cauce de nuestro Río Grande han atraído tanto a cordobeses como a turistas, algunos bastante sorprendidos de escuchar tanta música en la ribera del río.

Sin duda, también hay detalles para corregir en una posible próxima edición de Ríomundi que, aunque no ha sido confirmada por parte de la organización, muchos consideran probable. Quizá la excesiva dispersión de los escenarios hizo que algunos de los espectáculos tuvieran escaso público y que más de un asistente se quedara sin ver todo lo que quería.

Pero la mayoría de las actividades han tenido buena acogida en este festival de ríos del mundo. Ayer llegaron a Riomundi las mascotas, que tomaron el Parque de Miraflores en una exhibición canina y un concurso organizados por la Asociación Deportiva Canina (Adecan) y el club El Cañuelo, a los que se sumaron decenas de familias con sus mascotas. Ismael Zafra, miembro de la directiva de Adecan, explicaba que en este colectivo «hacemos deporte con nuestros perros, en diferentes disciplinas, y también practicamos obediencia con los canes». El club El Cañuelo realiza «otro tipo de obediencia», señalaba Zafra, y también un sistema de defensa y ataque especialmente pensado para víctimas de violencia de género.

Ayer en Riomundi miembros de ambas asociaciones realizaron distintas actividades como una carrera de obstáculos con perros, «en la que tú debes guiar al perro para que los salte». Tras los expertos, algunos niños lo intentaron con los perros de las asociaciones y algunos adultos con sus propios perros. Y, para finalizar, un concurso entre los canes en el que se premió al más guapo con raza y sin ella, al perro más grande, al más pequeño y hasta al que más se parece a su dueño.

Y mientras unos jugaban con sus animales, otros bailaban distintas danzas en el escenario Amazonas, donde también actuaron ayer Los de Sierra Morena; o en el Missisipi, con la música de Marcos Elvis y Hot Clover Club. En este escenario también se anunció una exhibición de vehículos antiguos, aunque al final solo había una furgoneta clásica Ford y algunas Harleys.

También siguieron los deportes en la Acera Mira al Río (escalada, rapell), en el cauce del Guadalquivir (piragua y vela) y en el Balcón del Guadalquivir (fútbol americano). Y después de tanto ajetreo, el Guadalquivir se fue quedando más solo y más silencioso, aunque seguro que cargado de buenas vibraciones con tanta fiesta. ¿Habrá un segundo Riomundi? Lo veremos.