Que no salga la luna que no tiene pa’ qué. En tus ojitos prima, yo me alumbraré... Por más que Rosalía cante pa que no salga la luna, esta noche sus fans rogarán pa que no salga el sol. Y es que la 12º Noche Blanca del Flamenco promete. Aunque la presencia de la estrella del flamenco-trap-pop-urbano y yo no sé cuántos adjetivos más haya eclipsado al resto de artistas del cartel, y por más que los 14.000 privilegiados que se repartirán hoy entre la plaza de toros y el teatro de la Axerquía pueden ir dándose con un canto en los dientes (si supieran la de cosas que están haciendo algunos por conseguir una de esas invitaciones), los que se queden fuera tampoco tienen motivos para echarse a llorar.

Los amantes del flamenco tendrán donde elegir en la calle, con un cartel compuesto por diez mujeres estrellas del baile, el piano, la guitarra y la voz que brillarán con luz propia por otras tantas plazas de la ciudad.

La Plaza de Las Tendillas volverá a dar el pistoletazo de salida de esta especie de maratón de lo hondo cordobés con el Ballet Flamenco de Andalucía. Canela fina que no debe eclipsar a las bailaoras cordobesas de la noche, Lola Pérez y Mercedes de Córdoba, que pondrán toda su Alma en el espectáculo que empezará media hora después, a las 23 horas, en el Patio de San Basilio. Toca elegir. Y es que a la misma hora, pero en la plaza de la Juventud, en la Fuensanta, estará nada menos que Remedios Amaya, la misma que viste y calza (o no) con Ángeles Toledano como invitada, para conducir a todos al lugar Donde nace la lava. Tengan cuidado, no se vayan a quemar.

SE HA PUESTO LA NOCHE RARA... / Remedios Amaya seguro que estará cantando cuando, a la hora en que la carroza de Cenicienta se convirtió en calabaza, saldrá al escenario de la plaza de toros Rosalía para cantar su Mal querer. ¿Qué más se puede decir que no se haya dicho ya de este concierto? Disfrútenlo. Y si no, olvídense y cojan el caminito para ir a ver a Patricia Guerrero, una bailaora que «sabe de los viejos y pertenece a los nuevos» y que se moverá con Pies de barro junto a su cuadro de baile en La Calahorra. No puede haber un marco más bonito para presentar esta obra inspirada en un episodio del Libro de David del Antiguo Testamento que llama a reflexionar sobre quienes son frágiles como una piedra.

SAN AGUSTÍN / Por más que en los relojes hayan visto salir al cuco para cantar la medianoche, la noche aún será joven. Así que deberán prepararse para partirse la camisa si es necesario con la voz rota de La Macanita y el quejío flamenco de María Terremoto en la plaza de San Agustín, o para instalarse en el Patio de los Naranjos para escuchar atentamente al Dúo del Mar, dos guitarristas como la copa de un pino que alternarán y fusionarán el sonido clásico de Ekaterina Záytseva y el rasgueo de Marta Robles, una de las pocas mujeres solistas en el mundo de la guitarra flamenca.

Pero la cosa no queda ahí. El Compás de San Francisco servirá de escenario para un doble espectáculo de categoría. Rosario Montoya, conocida como la Reina Gitana, desplegará sus manos al piano para interpretar con el talento que lleva impreso en los genes Muchelumbre. En el mismo sitio y a la misma hora están citados para escuchar a Mujeres Mediterráneas, una banda que deleitará a los presentes con un repertorio inclasificable, que bebe al mismo tiempo de los palos del flamenco que se hermanan con los estilos árabes. El resultado es un producto delicatessen interpretado por cuatro mujeres, dos flamencas (voz y guitarra) y otras dos seguidoras del estilo mawal que no deben perderse. A las 2 de la mañana, Sarayma, una explosión de juventud que está arrasando con su voz, estará en La Corredera. Una hora después, deberán seguir el rumbo en dirección a la Plaza del Potro, donde tomará el testigo de la algecireña Esperanza Fernández, una trinaera que cambiará el tercio para centrarse en Lo jondo y verdadero.

Aunque la verdad tiene muchas caras y muchas formas de expresión. Rosario La Tremendita lo sabe y por eso canta el flamenco como le sale de dentro sin seguir los cánones estéticos impuestos desde fuera. A las 4.30, les recibirá con su voz en los Jardines del Alcázar para despedir una noche memorable cuya historia demostrará que no hay palo ni estilo ni instrumento flamenco que se resista a las mujeres. Entonces podrán irse a dormir.