Brasil perdió el pasado sábado al compositor y guitarrista Joao Gilberto, de 88 años, considerado como uno de los padres del exitoso género de la bossa nova junto a otras dos emblemáticas figuras que cautivaron al mundo: Vinícius de Moraes (1913-1980) y Tom Jobim (1927-1994). El músico, nacido el 10 de junio de 1931 en Juazeiro (nordeste de Brasil), falleció en Río de Janeiro tras un triste final de vida, marcado por problemas judiciales y financieros y una disputa familiar.

La muerte del compositor, a quien hace años que no se le veía en público, dejó sin padres a la bossa nova, el género nacido en las playas de Río derivado de la samba e influenciado por el jazz que se convirtió en imagen internacional de Brasil. Jobim y Vinícius murieron en los 80 y los 90. El fallecimiento del autor del álbum Chega de Saudade conmovió al círculo artístico brasileño.

El cantautor Caetano Veloso, uno de sus tantos discípulos, recordó en declaraciones recogidas por medios locales que Joao Gilberto «llegó en el momento exacto» a su vida y «dio sentido profundo a la percepción de las artes en cualquier nivel». La cantante Gal Costa, entre otros tantos artistas, afirmó a través de sus redes sociales que la cultura brasileña está de luto al perder una «personalidad legendaria», al «padre de la Nossa Nova».

Joao Gilberto bautizó la bossa nova en 1958 y en 1961 concluyó la trilogía de álbumes que darían a conocer este género musical al mundo: Chega de Saudade, El amor, la sonrisa y la flor y Joao Gilberto. Sus músicas y arreglos en guitarra típicos del compositor, marca característica de la Bossa Nova, tuvieron influencia sobre varias generaciones de artistas, como reconoció Gal Costa. «Se fue Joao Gilberto el mayor genio de la música brasileña. Influencia definitiva en mi canto. Hará mucha falta su legado, es importantísimo para Brasil y para el mundo», señaló la cantante.

Gilberto Gil, otro artista influenciado por el legado de Joao Gilberto, rescató un vídeo en el que recuerda la primera vez que escuchó la «voz suave», «las notas lisas» y la guitarra del maestro. «Era una guitarra, pero nunca había escuchado ser tocada de esa manera», aseguró Gilberto.