El escritor barcelonés Eduardo Mendoza ha sido galardonado con el Premio Cervantes 2016, según ha anunciado en rueda de prensa el ministro Iñigo Méndez de Vigo. El galardón será entregado, como es ya tradicional, el día 23 de abril en Alcalá de Henares. Mendoza, que en la actualidad reside durante gran parte del año en Londres, ha ofrecido allí una rueda de prensa en la que ha considerado el galardón como "un final de trayecto feliz", aunque "eso no quiere decir que no vaya a hacer nada más".

Mendoza, al que le habían llegado noticias sobre la suspensión que pesó durante un par de meses sobre los premios nacionales por el cierre presupuestario del Gobierno, creía que este año no tendría dotación económica, o que esta iba a ser reducida. Al ser advertido de que el galardón llevaba anexos 120.000 euros, ha exclamado: "¡Esto es una pasta, ¿no?!"

Preguntado por si su obra se situaba en la estela cervantina, el escritor barcelonés ha dicho que solo de forma humilde, aunque sí ha reconocido haberse inspirado en el "humor y sencillez de Cervantes". Mendoza ha negado que el hecho de pasar gran tiempo en Londres sea una especie de exilio debido al clima político de Cataluña. Ha explicado que siempre se ha sentido "muy bien tratado" en Barcelona y ha recordado que recientemente recibió un premio de la Generalitat, el Nacional de Cultura, y ha añadido que su elección se debe a que ya se hizo "anglófilo" cuando conoció Londres en los años 60 y desde entonces se hizo el propósito de volver "si algún día podía tendría como refugio esta ciudad".

LOS ARGUMENTOS DEL JURADO

El jurado, según recoge el acta, le ha otorgado el premio a Eduardo Mendoza “porque, con la publicación en 1975 de 'La verdad sobre el caso Savolta', inaugura una nueva etapa de la narrativa española en la que se devolvió al lector el goce por el relato y el interés por la historia que se cuenta, que ha mantenido a lo largo de su brillante carrera como novelista. Eduardo Mendoza, en la estela de la mejor tradición cervantina, posee una lengua literaria llena de sutilezas e ironía, algo que el gran público y la crítica siempre supieron reconocer, además de su extraordinaria proyección internacional”.

EL PREMIADO

Eduardo Mendoza Garriga (Barcelona, 1943) residió en Nueva York trabajando como traductor simultáneo para la ONU. Publicó de forma relativamente tardía, ya con 32 años, la primera de sus novelas, 'La verdad sobre el caso Savolta' (1975), que originalmente debía titularse 'Soldados de Cataluña', en referencia a la canción infantil, cita que la censura entendió de forma más suspicaz, obligando a modificar el título de esta historia situada en la convulsa Barcelona en la que algunos medraban gracias a la neutralidad española en la primera guerra mundial. Su apuesta por el poder de la historia y las referencias a géneros como la novela histórica, el folletín y la intriga supuso un contrapunto, tanto respecto al realismo social como a los vericuetos experimentales de los años 70, agradecido con el Premio de la Crítica y el favor de los lectores.

En lugar de replicar el éxito sus siguientes títulos fueron 'El misterio de la cripta embrujada' (1979) y 'El laberinto de las aceitunas' (1982), dos revisiones paródicas del género policiaco protagonizadas por el detective loco que reaparecería en 'La aventura del tocador de señoras' (2001), 'El enredo de la bolsa y la vida' (2012) y 'El secreto de la modelo extraviada' (2015). La vena humorística de Mendoza tuvo un hito popular en 'Sin noticias de Gurb' (1991), la visión de la Barcelona preolímpica por un alienígena, y prosiguió con títulos como 'Mauricio o las elecciones primarias' o 'El asombroso viaje de Pomponio Flato' (2008).

'LA CIUDAD DE LOS PRODIGIOS'

Regresó a la historia de Barcelona con 'La ciudad de los prodigios' (1986) y trasladó la fórmula al Madrid republicano en 'Riña de gatos: Madrid 1936', con la que obtuvo el premio Planeta en el año 2010. 'La ciudad de los prodigios', su gran novela sobre Barcelona, retrata la ciudad, y la poco ejemplaridad de las élites locales, a partir del ascenso del provinciano Onofre Bouvila desde su llegada en vísperas de la Exposición Universal de 1888 hasta la Exposición Internacional de 1929.

Mendoza ha mantenido una posición de puente entre los escritores catalanes en lengua castellana más militantemente activos frente a las instituciones gobernadas por el nacionalismo y su política lingüística y cultural. Se vio arrastrado sin demasiado entusiasmo al boicot hacia la presencia de Catalunya en la Feria del Libro de Fráncfort del 2007, participó recientemente en el acto de Societat Civil Catalana 'razones para el bilingüismo' pero al mismo tiempo no se le pueden recordar declaraciones del tono de un Juan Marsé o un Félix de Azúa y sí el reconocimiento recibido con el Premi Nacional de Cultura de la Generalitat en 2013.

Mendoza no ha limitado su obra a la narrativa. En 1990 estrenó una obra de teatro, escrita en verso libre y en catalán, titulada 'Restauració'. En 1991 esta obra de teatro, traducida al castellano por el propio autor, abrió la edición del Festival Internacional de Teatro de Madrid y fue presentada en el Festival Internacional de Teatro que se celebró en Lisboa, Oporto y Evora. Además de autor teatral realiza adaptaciones teatrales, como la versión de la obra de Arthur Miller 'Panorama desde el puente' estrenada en el Teatro Albéniz de Madrid en 2001 y la obra de William Shakespeare 'El sueño de una noche de verano' en el 2003.

EL PREMIO

El Premio Cervantes, que concede anualmente el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, está dotado con 125.000 euros. La norma no escrita del premio que se sigue desde 1996 establecen que se concede en años alternos a escritores españoles e hispanoamericanos. En las diez ediciones anteriores los galardonados fueron el escritor mexicano Fernando del Paso, Juan Goytisolo, Elena Poniatowska, José Manuel Caballero Bonald, Nicanor Parra, Ana María Matute, José Emilio Pacheco, Juan Marsé, Juan Gelman y Antonio Gamoneda.

En esta edición, el jurado ha estado formado por Pedro Álvarez de Miranda, representante de la Real Academia Española, que además ha actuado como presidente; Ana María Nafría, de la Academia Salvadoreña de la Lengua; Antonio Sánchez Trigueros, designado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Liliana Weinberg, por la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL); Luisa Castro, por el director del Instituto Cervantes; Fernando Rodríguez Lafuente, por el ministro de Educación, Cultura y Deporte; María Luisa Ciriza, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); Teodoro Rentería, por la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP); y Urszula Aszyk-Bangs, por la Asociación Internacional de Hispanistas. José Pascual Marco, director general de Industrias Culturales y del Libro, ha actuado como secretario (con voz pero sin voto); y como secretaria de actas (también con voz pero sin voto) Mónica Fernández, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Española.