El director barcelonés Carlos Marques-Marcet, que ganó ayer su segunda Biznaga de Oro al mejor largometraje del Festival de Cine en Español de Málaga por Los días que vendrán, aseguró que el premio es «un impulso para seguir trabajando». «La ilusión es igual, pero lo vives de otra manera, y ha sido inesperado, porque era remoto que ocurriese otra vez», afirmó en rueda de prensa el cineasta, que ganó por primera vez en Málaga en el 2014 con 10.000 km.

En aquella película hablaba de una relación de pareja a distancia, ahora ha mostrado el momento del embarazo y, para el futuro, admitió que hay «otros momentos vitales y otras edades» que le interesa «explorar». «He empezado hablando de cosas muy cercanas y de gente de mi edad, y ahora me siento más capaz de contar otras cosas», señaló Marques-Marcet.

Sobre el trabajo de dirección de actores, subrayó que esta película «está hecha para ellos» y hay que «crear el clima y la situación en la que se puedan arriesgar, que sepan que están en buenas manos y que se puedan equivocar». «La palabra interpretación en castellano me parece algo sesgado, porque también tiene algo de creación. Me gusta en inglés, to play, jugar, porque tiene algo de que somos niños y encima nos pagan por eso». El director expresó su «amor absoluto» por Málaga y su festival, por cómo ha tratado a su película «y al cine catalán en general».

La protagonista de su película, María Rodríguez Soto, premio a la mejor actriz del certamen, destacó que es «un reconocimiento al trabajo de mucho tiempo, al menos teatralmente», y el hecho de que se «visibilice así» le hace estar «muy agradecida».

Por su parte, el argentino Óscar Martínez, premio al mejor actor por su trabajo en el largometraje Yo, mi mujer y mi mujer muerta, de Santi Amodeo, aseguró que este galardón tiene

«un significado emocional adicional» por recibirlo en Málaga, cerca de donde se rodó la película.

Por otra parte, entre otros galardones, el largometraje Ojos negros, de Marta Lallana e Ivet Castelo, ganó la Biznaga de Plata a la mejor película española en la sección Zonazine del Festival de Cine en Español de Málaga, mientras que la cinta chilena Perro bomba, de Juan Cáceres, fue distinguida como la mejor película iberoamericana.