Hay películas de gran calidad artística que llegan muy tarde a Córdoba -por ejemplo, Roma (2018), de Cuarón, se proyectó en la Filmoteca un año después de su estreno en los cines-. Otras, sencillamente, no llegan. El irlandés (2019), de Scorsese, lleva ya demasiado retraso. Parece como si los programadores invitaran a los espectadores más exigentes a contratar los servicios de determinadas plataformas digitales de exhibición cinematográfica. Y es el caso de Mank, la última película de David Fincher (director de aclamadas cintas como El club de la lucha, La red social, Perdida, Zodiac…) , estrenada en cines hace un mes y en Netflix posteriormente, con guion de su padre (Jack Fincher) y con la magistral interpretación de Gary Oldman.

Filmada en un blanco y negro deslumbrante, como se fotografiaba en la época dorada del séptimo arte, bajo la iluminación de Erik Messerschmidt, narra cómo se las tuvo que apañar Herman Mankiewicz (hermano de Joseph L.) para escribir el guion de Ciudadano Kane, de Orson Welles (se demuestra que ese «de» no es del todo suyo), estrenada allá por 1941. El filme arranca con el guionista convaleciente de un accidente, postrado en la cama y a pocos metros de un buen arsenal alcohólico, al que no puede llegar más que en sueños. Son dos horas y cuarto de auténtico cine, escrito a base de estupendos diálogos y reflexiones acerca del proceso creativo, sin que el relato desfallezca en ningún momento, te deja hipnotizado de principio a fin.

El personaje protagonista, todo un pepito grillo para los estudios que lo contrataban, demostraba tanta inteligencia como descaro a la hora de enfrentarse a los grandes magnates del sistema hollywoodiense, disfrutando cuando les fastidiaba la fiesta. Además del excelente y camaleónico Gary Oldman (un actor que igual encarna con la misma verosimilitud a Churchill en El instante más oscuro que al agente Smiley en El topo, la adaptación al cine de la obra del recientemente fallecido Le Carré), el filme cuenta con brillantes interpretaciones, como las estupendas apariciones de la angelical Amanda Seyfried, entre otros.