Luz Casal está pletórica a sus 59 años. Tras casi un lustro de inactividad discográfica, a la publicación el pasado año de su exhaustivo homenaje a Dalida le sigue ahora Que corra el aire, disco en el que, sin perder toque y sensibilidad, recupera el brío roquero de sus orígenes y exhorta al carpe diem. «Hace años, básicamente a partir de 2007 (cuando por primera vez le diagnosticaron un cáncer de mama), aprendí que el hoy es lo importante. Tener referencias del pasado está bien para no perderte, igual que tener una proyección más o menos larga de tu futuro, pero me resulta incomprensible la cantidad de tiempo que se pierde en cosas que no salen adelante», señala.

La explicación viene a cuenta de Días prestados, uno de los cortes de Que corra el aire (Warner Music), que se publicó ayer y constituye el primer material inédito desde Almas gemelas (2013) para María Luz Casal (Boimorto / A Coruña, 1958). «Este es el mejor disco que he hecho en mi vida, a nivel de melodía, de letra, de sonoridad, de cohesión entre las canciones... A medida que lo grabábamos me daba cuenta que, pese a las diferencias que pudiera haber entre una morna y el homenaje a Mari Trini, el disco fluye con naturalidad», presume.

Gran parte del mérito lo tiene la elección del productor, Ricky Falkner. «Fue un flash, ni siquiera sabía mucho de lo que había hecho hasta que empecé a trabajar con él», reconoce sobre este habitual de la escena indie, miembro de Egon Soda y responsable de discos de Love of Lesbian o Iván Ferreiro, entre otros.