Tiene muchos ingredientes para convertirse en la exposición de todos los récords. Diez años de arduos preparativos para reunir 162 obras, más de 260.000 entradas vendidas anticipadamente, préstamos excepcionales, entre ellos los 24 dibujos propiedad de la reina de Inglaterra, polémica en torno al 'Hombre de Vitruvio' y destacadas ausencias, como el 'Salvator Mundi', la 'Dama del Armiño' o la 'Gioconda'.

El Louvre abre este jueves su mayor muestra dedicada hasta ahora a Leonardo da Vinci (1452-1519), coincidiendo con los 500 años de la muerte del artista florentino. El museo ha elegido la pintura como hilo conductor y ha logrado sumar a los cinco cuadros que tiene en su colección otros seis de la veintena atribuidos a Leonardo.

La exposición se completa con dibujos, sanguinas, manuscritos, esculturas y lienzos de sus coetáneos en una atmósfera tenue que recuerda la veladura del célebre 'sfumato' del maestro toscano.

"Necesitábamos entender quién era Leonardo da Vinci y cómo concebía su obra. Había que volver a los fundamentos y crear una base historiográfica. Por eso nos ha llevado diez años. La finalidad era regresar a la idea de que Da Vinci era, antes que nada, pintor", explica ante la prensa Louis Frank, responsable de artes gráficas del Louvre y uno de los dos comisarios de la exposición. "Pintó poco para pintar perfectamente", resume Vincent Delieuvin, del Departamento de Pintura del museo.

Análisis científico

Esa década de trabajos ha servido para realizar un análisis científico de las pinturas, descubrir el dibujo original y los cambios realizados durante la ejecución de la obra. La huella del proceso creativo se ve en las reflectografías infrarrojas repartidas por las salas.

En la de la 'Madona de Benois' (1480-1482), óleo sobre madera prestado por el Hermitage de San Petersburgo, esta técnica revela que Leonardo no estaba convencido de la postura del niño y en la de 'El músico' (1483-1490), procedente de la Biblioteca Ambrosiana de Milán, que la partitura no aparecía en la imagen original. Además, tres obras -'Santa Ana', 'San Juan Bautista' y la 'Bella Herrera'- se presentan ante el público restauradas.

El recorrido sigue la biografía de Leonardo desde su Florencia natal hasta su muerte en Francia pasando por su etapa milanesa al servicio de Ludovico Sforza, su mecenas. Pero subraya más el eje artístico de cada época que su periplo geográfico. De su juventud florentina destaca la técnica del claroscuro que aprendió de su maestro, el escultor Andrea del Verrocchio, y una concepción escultórica de la pintura.

Más tarde pasará de la obsesión por la forma -influencia del arte flamenco- a buscar la representación del movimiento como se refleja en la 'Madona del gato' o la 'Madona de las frutas'. E inicia un rasgo de estilo presente en el 'San Jerónimo penitente' que ha viajado a París desde los Museos Vaticanos: dejar las obras inacabadas.

Enfrentamiento con Italia

Una buena cantidad de los dibujos y los manuscritos del Leonardo científico dan cuenta de sus estudios de anatomía corporal, de física o de botánica. "A la libertad pictórica se añade la racionalidad en la comprensión del mundo, una necesidad de entender las leyes que gobiernan la naturaleza", sintetiza Frank.

La investigación aritmética está en la base de 'El Hombre de Vitruvio', que no viajó a París hasta que la justicia italiana autorizó el préstamo al que se negaba la responsable de Cultura transalpina Lucia Borgonzoni, de la Liga. El rifirrafe en torno famoso dibujo propiedad de la Academia de Venecia se convirtió en una inesperada metáfora de la crisis diplomática franco-italiana vivida durante la era Salvini.

El cuadro que no ha llegado ni siquiera in extremis es el 'Salvator Mundi', cuyo paradero es un enigma después de convertirse en el cuadro más caro del mundo, vendido en el 2017 por 450 millones de euros a los Emiratos Árabes. Ausente de la exposición está también 'La Dama del Armiño', que no ha salido de Cracovia.

Mientras, 'la Gioconda', que ven cada día 30.000 personas, no ha sido trasladada a la exposición y permanecerá en la remodelada Sala de los Estados del Louvre. Quienes visiten la retrospectiva de Leonardo podrán, en cambio, descubrir esta icónica y misteriosa obra gracias a la realidad virtual.