El escritor cordobés Alejandro López Andrada vuelve a las librerías con El viento derruido (2004), una novela que ahora reedita Almuzara y en la que el autor ha hecho significativas modificaciones, aunque continúa siendo la crónica íntima y emotiva de un tiempo que ya pasó y de una cultura y una vida, la rural, que se ha ido extinguiendo a lo largo de los años y que López Andrada conoce muy bien. Los Pedroches, el norte de Extremadura y el sur de Castilla la Mancha vuelven a ser el escenario de esas vivencias, teniendo como protagonistas a los últimos habitantes de esa vida rural desaparecida, donde da un importante papel a la mujer, convirtiendo este libro en un «ensayo antropológico» donde se mezcla el tono periodístico, la poesía, la novela y el libro de viajes.

«Fundamentalmente, son los testimonios de una España rural que se desvanece», aunque no hay ningún poso de pesimismo, porque «aunque era una vida dura, también tenía su tono emocional, un interés». Guerra, posguerra, infancia, cómo era la rutina de los pueblos en esos duros años son reflejados por el autor a través de la vida de un grupo de hombres y mujeres de esa época que él conoció muy bien, lo que también lo convierte, de alguna manera, en un personaje más de la novela, que, a su juicio, es «un libro de emociones y sentimientos, desgarrador, que supera la realidad», señala López Andrada. Se trata de una obra realista en la que conviven personajes como María Josefa, que habla de temas sobrenaturales que se funden con lo fantástico, con las creeencia y superticiones, «todo un rital mágico», según el autor, que también se adentra en «cómo se comía y vestía, la represión y el miedo o la forma de celebrar las bodas y otras fiestas familiares», tratando, de alguna manera, de «recuperar esa vida».

En cuanto a la reedicón de este libro por parte de Almuzara, López Andrada explica que será el primero de la trilogía compuesta también por Los años de la niebla y El óxido del cielo, que volverán a las librerías en los próximos años y que también sufrirán cambios reespecto a sus primeras ediciones. «En realidad, es un libro nuevo, es como si hubiera destruido una casa por dentro y solo hubiera quedado la fachada», dice el escritor, que asegura que El viento derruido ha sido reducido mucho y «solo he respetado las manifestaciones de los protagonistas», lo que lo hace «más ameno y fluido» porque también indaga en un «género mestizo», subrayó López Alejandre antes de la presentación, ayer, de esta obra en la librería Luque, donde estuvo acompañado por los escritores Antonio Colinas y Francisco Solano Márquez.