El gran atractivo de la jornada de ayer en la Feria del Libro de Córdoba era la presentación del esperado último trabajo del polifacético y casi centenario creador cordobés Ginés Liébana, quien a sus 98 años mantiene intacta su capacidad creadora y cuyo último fruto fue presentado ayer en el Bulevar del libro.

Con la ausencia del autor por una repentina enfermedad, Amores pasajeros al tren fue presentado por el editor, Calixto Torres, y el prologuista, el periodista Jesús Cabrera, quienes explicaron que la obra recopila los 86 últimos poemas que Liébana ha escrito, en concreto los últimos son de este último verano, y se completa con una serie de dibujos hechos a rotulador de algunos rincones de la Córdoba de los años cincuenta. Son 64 pinturas de una colección que el autor había dado por perdida y que una vez hallada ha sido donada al Círculo de la Amistad, coeditor del libro junto al Ayuntamiento de Villa del Río. En los poemas, según Cabrera y Torres, se ve al auténtico Liébana, con un lenguaje muy particular y que son fruto de «una personalidad literaria que es única», en palabras del prologuista. El amor, el desamor, el deseo y otros sentimientos de un poeta que los expone de una manera muy particular. «La personalidad de Liébana, más que en el fondo está en la forma», explicó Cabrera. En el acto de presentación, que culminó con la lectura de algunos de los poemas de la obra, quedó de manifiesto la sensibilidad, la singularidad y el ingenio de Ginés Liébana, que prepara ya una exposición para esta próxima semana en Madrid.

La segunda presentación de ayer corrió a cargo de Álvaro Galán, que presentó en sociedad por primera vez Ficciones familiares, la obra que le hizo merecedor del vigésimo sexto premio de poesía Ciudad de Córdoba Ricardo Molina. Se trata de una obra estructurada en cuatro bloques, con poemas de distintos formatos y con temática variada, pero en la que «la autoficción y la familia» juegan un papel fundamental, según explicó el autor.

Por la tarde, Alberto Sotillos, habló de Mejor no saberlo, una obra en la que se unen la política y la investigación periodística por medio de un personaje, Salvador, ya jubilado que se ve envuelto en una serie de acontecimientos no esperados.

Por su parte, Mauro Armiño llevó hasta el Bulevar su obra Crímenes a la francesa, una recopilación de relatos de autores franceses que han escrito novela policíaca y suspense.

La jornada se completó con la firma de obras de Javier Lillo y Fernando Alberca.