LUGAR DE NACIMIENTO NUEVA CARTEYA (1940).

TRAYECTORIA TRAS ESTUDIAR MAGISTERIO SE LICENCIO EN PERIODISMO EN 1962. DIRIGIO LA AGENCIA PIRESA Y LOS DIARIOS 'EL IMPARCIAL', 'EL HERALDO ESPAÑOL' Y EL 'DIARIO DE BARCELONA'. FUE SUBDIRECTOR DE 'PUEBLO'.

La energía, imaginación y creatividad de Julio Merino no tienen límites. Cuando podía disfrutar de una plácida jubilación, de vuelta ya a la Córdoba de sus amores tras medio siglo de frenética actividad periodística en Madrid, a este incansable paridor de ideas le ha entrado una incurable fiebre letraherida y no para de escribir libros. Baste decir que, por no perder la costumbre --son ya 109 los volúmenes dados a la imprenta-- y porque sabe que parar es morir un poco, Merino ha publicado dos obras en un mes: el juego de ficción política que tituló El Príncipe republicano y ahora Los grandes de Córdoba , compilación ilustrada de las columnas aparecidas en Diario CORDOBA bajo el mismo epígrafe. Hoy la presenta --a lo grande, como todo en él-- en el Círculo de la Amistad.

--Como recuerda Francisco Luis Córdoba al inicio del libro, es usted un periodista de "inagotable y obsesiva vocación" de permanecer en la brecha.

--Durante toda mi vida, además de las muchas horas de trabajar en periódicos, he escrito de noche o cuando podía. Y ahora, desde que hace tres años me vine a Córdoba, me dedico exclusivamente a leer y escribir. Tengo todo el tiempo libre para hacer lo que me gusta. He terminado con este libro y ya estoy con otro, Relatos eróticos de la Guerra de la Independencia .

--¿Cómo surgió la idea de escribir sobre esos 'ocho magníficos' de la historia cordobesa?

--La idea viene de lejos, de cuando la Real Academia de Córdoba me publicó en 1977 Las cuatro columnas de Córdoba , siendo director don Rafael Castejón. Ya entonces don Rafael me sugirió que aparte de esas cuatro columnas (Séneca, Osio, Averroes y Maimónides), debía de tocar los otros cuatro grandes: el Gran Capitán, Góngora, don Juan Valera y Romero de Torres. Al volver a Córdoba se lo propuse al director, Francisco Luis Córdoba, que aceptó de momento.

--Supongo que debe ser muy enriquecedor rastrear la huella de figuras tan singulares.

--Para mí han sido un descubrimiento, incluso los personajes que ya conocía. El mayor descubrimiento ha sido el Gran Capitán, al que ya incluyo como uno de los más grandes generales de la historia, junto a César, Alejandro Magno y Napoleón.

Que sean todos ellos pilares entre los que se asienta nuestra historia no significa que sean figuras conocidas por los cordobeses, tan poco dados a valorar lo suyo. "Ese es mi dolor, que los cordobeses realmente no los conocen --se queja Merino, hombre tan visceral como sincero--. Y ese debería ser su mayor orgullo, más incluso que la Mezquita, que se puede hundir en un terremoto, pero las nueve tragedias de Séneca, que resistieron incluso la caída del Imperio Romano, son eternas. Me entristece que no se hayan representado nunca en Córdoba. Nadie sabe tampoco que Osio salvó el cristianismo. Por suerte, según tengo entendido, el obispo, Demetrio Fernández, está impulsando un congreso mundial sobre Osio".

--Es curioso el test que incluye al principio, una especie de examen al lector tan incisivo que pocos van a superarlo.

--Bueno, ya lo digo, es un juego. Son doce preguntas que califico de inocentes. Las he repartido entre cien cordobeses a ver cómo respondían. Solo tres personas han contestado bien a todas, y más del 55% no han respondido a ninguna. Mi pretensión no es la de un gran historiador, sino la divulgativa, la de animar a conocer a estos grandes, quizá a un nivel demasiado popular a veces. Que sepan los lectores de la obra grandiosa de Maimónides, que lean al menos una novela de Valera.

--Incluye en su libro el prólogo que Castejón hizo para 'Las cuatro columnas', obra que aquel sabio calificó de 'evangelio de cordobesismo'. Menudo piropo para alguien que ha estado 52 años lejos de su tierra.

--Me puse como un pavo real cuando aquel hombre, quizá el cordobés más culto que he conocido, escribió eso. Si viviera estaría satisfecho de que haya seguido su recomendación.

--¿Qué personajes añadiría a la nómina de 'superilustres'?

--Juan de Mena, el escultor Mateo Inurria... Y hay también grandes políticos. Esa podría ser otra serie: el gran Abderramán III, Almanzor y, ya más modernos, Alcalá Zamora, Sánchez-Guerra y otros.

--¿Y con los contemporáneos no se atreve?

--Pensé en los poetas y pintores de Cántico , que he descubierto ahora y son efectivamente grandes. Pero están muy recientes, algunos viven aún. Y estas cosas hay que verlas en perspectiva.

Como cabía esperar en esta máquina de hacer proyectos, un tipo quijotesco por fuera y por dentro, testigo impenitente e impertinente de la Transición desde la trinchera periodística de Madrid y grande en sí mismo, Merino ya incuba al menos un par de series nuevas "y ya tengo hablado con el director, siempre receptivo a lo que le propongo --dice-- que arranquen en septiembre". Una de ellas girará en torno a "los caballos de la historia, tema sobre el que ya he escrito y que creo oportuno en una ciudad de excelentes criadores", explica.

La otra serie se centrará en la Córdoba romana, tan silenciada según el escritor. "Entre el folclore y las tres culturas, sobre todo la árabe, se ha olvidado la Córdoba romana, cuando los romanos estuvieron aquí casi 880 años y los árabes 700, es decir, que Córdoba es más romana que árabe. Y no hay ni una estatua dedicada al fundador, Claudio Marcelo. Claro que tampoco hay monumento alguno dedicado al conquistador, Fernando III el Santo. Así que ya ves, tengo serie... hasta que me muera".

--No me extrañaría, porque lo suyo siempre es de récord. En la presentación en sociedad de este último libro, por ejemplo, se rodeará de once intervinientes. ¿Cómo se consigue semejante respuesta en una ciudad tan apática como ésta?

--Con tenacidad. Cuando les explicas tu idea todos responden encantados. Estarán todos los directores de los institutos que llevan el nombre de los grandes. Una de las cosas que pido es que se creen asignaturas optativas dedicadas al personaje que da nombre al centro docente. Todos lo apoyan. Y tengo muchas más propuestas.

--Una de ellas gastronómica, porque 'sus' grandes de Córdoba están ya hasta en la carta. ¿Se ha metido a cocinero?

--Solo teórico. He confeccionado un menú especial para el restaurante Calle la Plata y se lo he propuesto al Círculo. Quiero que no solo se hable de la Córdoba flamenca sino de la ciudad luz de Occidente, que así fue conocida en otros tiempos.