El escritor cordobés Julio Merino presentó anoche su nuevo libro, El viacrucis de los escritores españoles durante la II República, la Guerra Civil y el exilio, en la que bucea en la vida de los, a su juicio, 50 escritores españoles más importantes del siglo XX, «para comprobar cuál fue su comportamiento político durante la vorágine que vivió España desde el 14 de abril de 1931 al 1 de abril de 1939», lo que ha sido «una verdadera odisea», según señaló. En el acto, celebrado en el Círculo de la Amistad, participaron Juan José Primo Jurado, subdelegado del Gobierno; los catedráticos de Madrid Felix Valbuena y Juan Luis Galiacho; José Javier Rodríguez Alcaide, catedrático emérito de la Universidad de Córdoba, y el periodista Manuel Piedrahita, y leyeron algunos pasajes de la obra los escritores Francisco Muñoz y Pilar Redondo.

Merino calificó este volumen como «la culminación» de su obra literaria porque, «no en vano, ha sido la que más trabajo me ha dado de todas mis obras, y ya van 120». El autor centró su intervención en si hubo o no desbandada de escritores e intelectuales al finalizar la Guerra Civil. «Sí hubo desbandada -dijo- pero no como se nos ha hecho creer, al finalizar la guerra, sino antes, entre el 18 de julio del 36 y noviembre del 37».

Según señaló, en ese periodo de tiempo se fueron de España gran parte de los escritores e intelectuales, tanto conservadores como de izquierdas. «Curiosamente, la mayor parte de los que se fueron (los conservadores Azorín, Baroja, Menéndez Pidal, Marañón, Pérez de Ayala, Ortega, Madariaga, Juan Ramón Jiménez y otros, y los de izquierdas Guillén, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Alejandro Casona, Ramón J. Sender y María Zambrano) lo hicieron por lo que Azorín calificó como el exilio del miedo, ya que tanto unos como otros vieron peligrar sus vidas si se quedaban en España», continuó Merino, que explicó que «solo los comunistas Rafael Alberti y José Bergamín» se fueron a última hora, y en el mismo avión que se marchaba Juan Negrín, el presidente del Gobierno de España.

Por su parte, el catedrático Felix Valbuena dijo que «ya no existen periodistas como Julio Merino», al que «ni le ha movido ni le mueve el dinero, aunque ya ha vivido no pocas veces el éxito editorial». En su intervención, el profesor Galiacho dijo que «he leído casi todo lo que ha escrito Julio Merino y estoy asombrado de esta obra, porque es la más ambiciosa de las que han salido de su mente y estoy seguro que el paso de los años la hará todavía más importante». Por último, Rodríguez Alcaide hizo un profundo estudio de la obra, especialmente de la estructura y el acopio de documentación.