Almodóvar vivió ayer por fin el esperado día de rodaje de algunas escenas de la serie épica norteamericana Juego de Tronos en su castillo, después de meses de preparación, de un cásting de figurantes, y de días de idas y venidas de camiones que tomaron el polideportivo y los alrededores del campo de fútbol del municipio. El rodaje en el castillo se limitó a un día y hoy toda la organización que mueve esta serie se desplaza hacia Trujillo (Cáceres), donde se rodarán las siguientes escenas.

Los más de 80 figurantes que ayer participaron en la batalla entre las dos casas enfrentadas, los Lannister y los Tyrell, fueron convocados a tempranas horas de la mañana, las 5.45 horas, en el polideportivo municipal, donde se vistieron de soldados y de otros personajes y fueron trasladados en autobuses hasta el castillo, donde ya ondeaba la bandera de los Lannister, con un león como protagonista. A partir de ahí, en las faldas del fortín, antes de subir la cuesta del castillo, se blindó el entorno con Guardia Civil, Policía Local y personal de la organización de la serie que impedían cualquier acceso al rodaje. Unos 15 camiones aparcados en el párking del castillo y numerosas furgonetas subiendo y bajando continuamente denotaban el enorme montaje de producción, con un equipo de más de 400 personas, más que los actores participantes en el rodaje.

El castillo permanecerá clausurado hasta el próximo día 16, cuando ya podrá reabrir sus puertas, y lleva cerrado al público desde el día 4, cuando la HBO tomó la fortaleza.

El secretismo que impregna la trama es tal que los productores no quieren filtraciones ni spóilers y los figurantes que volvieron al polideportivo a cambiarse salían con un contrato de confidencialidad en la mano que les impedía contar nada sobre lo rodado en el castillo. Solo dos actores principales de la serie pudo verse salir del rodaje. Nikolaj Coster-Waldau, que encarna a Jaimie Lannister en la superproducción televisiva, bajó del castillo en una furgoneta a toda velocidad y apenas se dejó hacer una foto por sus fans; y otra cara reconocible para los seguidores de la historia de los Siete Reinos fue la del actor Jacob Anderson (Gusano Gris). Este último sacó incluso medio cuerpo por la ventanilla para saludar y chocar la mano a las personas congregadas a los pies del castillo.