El Patio del Rejoj del Palacio de la Merced es el escenario de una nueva exposición del escultor Juan Zafra, donde reúne 30 piezas muy rotundas de un carácter muy introspectivo y analítico que dialogan con el espacio y los árboles que lo pueblan en torno a la gravedad y la fecundidad. Así, en ‘Magnolia FS 11.186M/S’, el artista invita a reflexionar sobre la vida y la muerte y el tiempo, que es un punto de inflexión en la producción de esta exposición, que se podrá ver hasta el 30 de junio.

“La magnolia es evidente en este patio y toda la muestra gira en torno a la singular flor de estos cuatro hermosos árboles que hay en este recinto”, ha señalado Zafra, que también explica que los 11.186 m/s del título de la muestra se refieren a la velocidad que hay que imprimirle a cualquier masa para que despegue y venza a la gravedad, por eso la mayoría de las piezas, que representan torsos femeninos, están colgadas, “ausentes de la gravedad”. “He jugado con el término de elevación o despegue, que es precisamente lo que nosotros hacemos en los momentos de introspección, cuando nos paramos y hablamos con nosotros mismos, un momento de ensimismamiento, otra de las palabras clave de la exposición”, ha explicado Zafra. “Todo funciona en tu mente, de ahí la importancia de tener todas las piezas elevadas, como si estuvieran ausentes de gravedad”, ya que “los tiempos en los que estas fuera de ti mismo son fundamentales en el proceso creativo”, prosigue el escultor.

TRES ESPACIOS EN TORNO AL RELOJ

La exposición se distribuye en tres espacios que giran en torno al reloj astronómico que preside el patio, recinto para el que se pensó esta muestra. La parte central, amparada por cuatro magnolios, gira sobre el agua, presidida por una pieza colocada en la parte superior de la fuente “una diosa que representa la feminidad”, junto a tres obras relacionadas con el movimiento pendular que rige el tiempo.

En la parte de la izquierda hay otro árbol que manda, una lima, y las piezas allí situadas se centran en el concepto de feminidad y fecundidad. En la parte derecha del patio, es un ciprés -único elemento masculino en el contexto de la exposición—el que marca el recorrido de las piezas. Ahí destaca la presencia de una escultura central que refleja el “equilibrio entre la pulsión de vida y la de la muerte”.

Todas estas sensaciones se materializan en piezas creadas con materiales como el metacrilato, que, al ser transparente, “me sirve para ser más leve”, y barro cocido, ya que “somos tierra”, dice el autor en relación a la temática de la fecundidad que recrea en sus obras.

Juan Zafra dio a conocer su obra por primea vez en 1995 con una exposición individual, precisamente, en la Diputación, y desde entonces hasta hoy sus piezas han recorrido gran parte de la geografía y europea.