NACIO EN MONTILLA (CORDOBA, 1967).

TRAYECTORIA HA TRABAJADO COMO ACTOR, GUIONISTA CINEMATOGRAFICO (POR LO QUE ESTUVO NOMINADO A LOS GOYA) Y DE TELEVISION, DIRECTOR DE TEATRO, AUNQUE SU TALENTO LO HA VOLCADO,

SOBRE TODO, COMO DRAMATURGO.

Estrenar textos teatrales es una verdadera hazaña en los tiempos que corren, pero Juan Carlos Rubio lo hace sin parar desde que comenzó su carrera como dramaturgo, aunque esta no es la única plaza en la que ha toreado este polifacético artista cordobés, que ahora quiere hacernos reír con su última obra, Tres , una comedia cuyo estreno nacional acogió anoche el Gran Teatro y con la que hoy los cordobeses aún se pueden desternillar de risa.

--¿Qué supone para usted que el estreno nacional de Tres se haga en Córdoba?

--Mucha emoción. Es una obra que ya he estrenado en otros países y me siento muy orgulloso de que la primera vez que se vea en España sea en mi casa.

--¿Se considera profeta en su tierra?

--Cien por cien.

--Hace poco pudimos ver Arizona , en la que reflexionaba sobre la inmigración y la xenofobia. ¿Qué nos quiere contar con esta comedia?

--Pretendo divertir. Este texto tiene diez años y lo he recuperado ahora porque pensé que vivimos momentos duros y quería regalar al público una hora y media de risas, que también es una terapia. La función toca temas, como cualquier cosa que escribes, pero lo importante es lo bien que lo pasa el público.

--Es su obra más internacional. ¿Qué balance hace de lo vivido con ella en Hispanoamérica?

--Fantástico. Los seres humanos, seamos de donde seamos, conectamos con el humor, el dolor... Tres ha removido esa parte loca que todos tenemos allá donde se ha estrenado.

--Es usted un hombre muy polifacético. Ha sido actor, guionista de cine, autor teatral. ¿De qué faceta se siente más orgulloso?

--Todas forman parte de mi vida y tienen que ver con contar historias. Yo soy un cuentista. Me encanta emocionar, hacer pensar y hacer reír.

--¿Es para usted una necesidad vital?

--Sí. Es la vida. El escenario me permite contar muchas vidas que quizá nunca sea capaz de vivir y emociones que no viviría en una sola vida.

--¿Qué le gustaría hacer que aún no haya hecho?

--He conseguido más de lo que podía soñar. Quizá es que no soy ambicioso o que la vida me ha tratado muy bien. Para mí es suficiente seguir trabajando.

--Sus obras han sido puestas en escena por grandes directores e interpretadas por los mejores actores del panorama nacional. ¿Qué supone esto para usted?

--Para mí es vital hacer una buena selección de actores, que son los que dan cuerpo y alma a los personajes, y he tenido la suerte y oportunidad de contar con repartos soñados. En este caso, el reparto es de muy alto voltaje. Soy muy afortunado de que quieran emprender conmigo esa aventura que es el teatro.

--Tal y como está la dramaturgia en España usted no se puede quejar, pero, si le doy el derecho al pataleo, ¿contra qué arremetería?

--Lo de estar en contra no me gusta. Patalearía a favor. A favor de la gente que escribe, de todos los artistas que quieren seguir adelante, del público que va al teatro. Ya estoy muy mayor. No tengo ganas de ir en contra, prefiero que mi patada me lleve para arriba.

--¿Qué se le pasa por la cabeza a un autor cuando ve que sus textos cobran vida?

--Es pura magia. Cuando actores tan magníficos como los que tengo dan vida, voz y alma a tus personajes sientes que esto merece la pena.

--¿Cómo ve la actual escena cordobesa?

--Muy bien. Hace poco me invitaron a asistir a una función en la Escuela de Arte Dramático y me quedé alucinado. Vi a unos actores magníficos. Ahora he colaborado en un espectáculo que se estrenará en diciembre que ronda en torno a la historia de Córdoba y la selección de actores se va a hacer en Córdoba porque hay un cantera impresionante.

--¿Cuál es el siguiente proyecto que tiene en mente?

--Tres , Tres , Tres . Por el momento, solo eso. Bueno, este verano he grabado una serie sobre Adolfo Suárez que yo he escrito y se emitirá a final de año. Bueno, sigo preparando teatro, una película...