Esta 35 edición de Palma Feria de las Artes Escénicas se abre con la puesta en escena de Liquidación por defunción de Familia Canini, texto y dramaturgia de Mª Paz Sayago basado en una idea de la propia compañía e interpretada por Manuel Rodríguez, Isa Ramírez y Jasio Velasco. El fundador de la funeraria musical Canini & Sons muere y sus hijos heredan el negocio y un enorme «agujero negro» de deudas y desaguisados que se complica cuando reciben la visita inesperada de una extraña mujer. A partir de ahí se destapa una funeraria completamente loca. El desarrollo de la obra se diluye entre gags tendiendo al absurdo, bien interpretados por cierto, pero que se van por las ramas, esbozando tan solo una historia que no lleva a ninguna parte. Isa Ramírez hace un excelente trabajo gestual y de voz, muy bien acompañada por Manuel Rodríguez y Jasio Velasco, autor también de la música. El cuerpo actoral salva el espectáculo.

En el Teatro Coliseo, Teatro Clásico de Sevilla, bajo la dirección de Alfonso Zurro trae su versión de Luces de Bohemia, la obra de Valle-Inclán que inauguró en su día el nuevo género del esperpento. En esta puesta en escena, Alfonso Zurro parte de la muerte y entierro de Max Estrella para revivirle de entre sus cenizas en un fenomenal flash back para, desde ahí, contar sus últimas horas de vida desde planos distintos, como si de un vía crucis se tratara, para llegar a su propia muerte. Planos que recrean esa última noche y los lugares a los que les lleva el destino, en base a la transformación de una escenografía escueta compuesta por cajones de madera que se convierten en la librería Zaratrusta, la taberna Pica Lagartos o el Paseo del Prado donde se encontrarán con las putas. Todo ello acompañado por un coro al estilo griego clásico que da más fuerza a la muerte, presente en todo el espectáculo, que culmina con la del mismo Max Estrella. La obra cuenta con una excelente iluminación que potencia un texto amargo y cruel, aunque con puntos de ternura.

La primera jornada terminó con El asesino de la Regañá, un thriller policíaco con mucho humor de la mano de Sofía Aguilar y Sala Cero. Un asesino en serie ha inundado de temor a toda la ciudad de Sevilla con unos crímenes perpetrados con un arma singular: una afilada cuña de «regañá». Todo ello en medio de la Semana Santa sevillana, con toda la carga de folklore folklore que hace que el inspector encargado del caso quiera volverse a Madrid porque no aguanta ya más pasos, incienso y mantillas y las barrocas explicaciones sobre lo ocurrido que le ofrece su segundo. Manolo Monteagudo encabeza un reparto que conduce con muy buen ritmo esta puesta en escena, que aporta una serie de continuas carcajadas hasta averiguar quién está detrás de eliminar a los modelnos que quieren terminar con la tradición cofrade y costalera.