El equipo de investigadores que ha buscado en Alfacar (Granada) la fosa en la que podrían haber yacido los restos de Federico García Lorca, junto a otros tres fusilados, cree que la han encontrado y conjeturan que sus restos fueron exhumados en fechas próximas a su asesinato, explicaron ayer en Madrid. Los investigadores presentaron ayer el informe final de sus pesquisas, promovidas por la asociación cultural Regreso con Honor, en el que afirman que han encontrado un pozo con tierra removida y restos de una bala y de un casquillo en el Peñón Colorado, en el término de Alfacar. Han admitido que dado que no hay «ni huesos ni ropas» es muy posible que desenterraran los restos de García Lorca, del maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros anarcosindicalistas Francisco Galadí y Joaquín Arcoyas, fusilados y enterrados, supuestamente, junto al poeta en la madrugada del 17 al 18 de agosto de 1936.

El pozo está en la zona señalada por el general Nestares, hijo de José María Nestares Cuéllar -jefe del Frente de Víznar y miembro de Falange- y el escritor y periodista granadino Eduardo Molina Fajardo (1914-1979) como el lugar de los enterramientos.

El equipo multidisciplinar que ha elaborado el informe cree que los restos fueron exhumados «en fechas próximas a su muerte, cuando estaban en fase cadavérica, no esqueletal», apuntó el arqueólogo director, Francisco Javier Navarro. Esta última fase de la investigación, que comenzó en septiembre y terminó un mes después, era arqueológica y en ella han buscado evidencias y restos que demostraran su relación con los sucesos.

La verdad sobre la muerte de García Lorca y sus compañeros, apuntaron los investigadores, «no se sabrá» mientras no vean la luz unos informes que realizó el policía de Granada José Mingorance sobre la muerte.