La actriz Nathalie Poza, con el Goya en la mano como mejor actriz por No sé decir adiós, confesaba que «hace tres días» se quería «retirar... otra vez». «No me lo creo, pero ya es para mí», dijo. Esta profesión, aseguró, genera mucha «inseguridad» y los reconocimientos «se cogen con mucha emoción y ganas».

La actriz explicó que «siempre hay que reinventarse. No es fácil mantenerse cuerdo en este oficio y mantener la calma porque es muy incierto». Y reconoció que la «interpretación la ha salvado» de muchas cosas: «Si no me hubiera agarrado a esta profesión no sé dónde estaría ahora». Poza manifestó que es importante el «deseo de hacer algo que verdaderamente te gusta para poder vivir»

Javier Gutiérrez, ganador del Goya al mejor actor protagonista por Verano 1993, aseguró por su parte tras recoger su premio que «uno es actor con Goya o sin Goya, con trabajo o sin trabajo».

«De un tiempo a esta parte, a raíz de La isla mínima, he encadenado trabajos que han funcionado muy bien y parece que soy veterano, pero nada más lejos, simplemente he tenido fortuna. En esta profesión, hoy estás aquí y mañana no», señaló en la sala de prensa, con su Goya entre manos. EFE