‘MOBY DICK’

Texto: Juan Cavestany, basado en la obra de Herman Neville

Intérpretes: José María Pou, Jacob Torres y Oscar Kapoya

Música original: Jaume Manresa

Dirección: Andrés Lima

Juan Cavestany ha conseguido con esta versión para teatro de la novela de Melville Moby Dick convertir las aventuras en el mar del barco ballenero Pequod en un espectáculo que no deja a nadie indiferente. Efectivamente, esta obra dirigida por Andrés Lima cuenta con una puesta en escena impresionante, es más, yo diría que apabullante. Consigue trasladar al espectador a algo tan desconocido para el común de los mortales como es la cubierta de un ballenero, lugar en el que se desarrolla toda la acción, mientras un video sumerge al barco en las aguas de los mares que recorre hasta encontrar a la ballena blanca.

El texto no narra una serie de aventuras, sino que se detiene en la fascinante metáfora de la lucha del hombre contra sí mismo y la naturaleza. Las 700 páginas de la novela de Melville se reducen a ochenta minutos en los que el capitán Ahab pone en evidencia toda su sed de venganza, su universo de locura que hace al personaje decir «yo no estoy loco. Soy la locura enloquecida». Toda una vida marcada por una obsesión: vengarse de la ballena que le quitó su pierna. Obsesión que va más allá de la razón humana, consume la voluntad y elimina cualquier atisbo de bondad.

José María Pou compone un personaje insondable y le dota de una profunda pasión interpretativa, tal como ya nos tiene acostumbrados, a pesar de que por la construcción dramática de la obra, Ahab es un personaje bastante plano, no evoluciona y entra siempre en el mismo bucle con un discurso que gira sobre el mismo eje, lo que hace que tenga la pieza un ritmo desigual y en algunos momentos sea difícil de comprender la historia y, al principio, por ejemplo, tarde en enganchar al espectador.

Si ya hemos dicho que Pou está magnífico en su papel del solitario Ahab, tanto Jacob Torres como Oscar Kapoya están a gran altura en los que les toca interpretar: Starbuck, Ismael, Pip, y el resto de personajes a los que dan vida, complementando perfectamente al protagonista central.

Una obra con una puesta en escena impresionante que se hace un poco pesada en algunos momentos por el ritmo desigual que presenta. Jaume Manresa firma la composición musical del montaje, Miguel Ángel Raió es el responsable de las imágenes, Beatriz San Juan de la escenografía y vestuario y Valentín Álvarez de la iluminación, mientras que Montse Ribé y David Martí son los responsables del diseño y construcción de la prótesis de la pierna.