El Teatro Góngora programa por primera vez un ciclo dedicado a la escena andaluza, que reunirá a tres destacadas compañías de la comunidad con trayectorias de más de cuarenta años, entre ellas La Cuadra de Sevilla, que pondrá en escena Quejío 45 años después de su estreno. Atalaya, con Marat Sade, y La Zaranda, que representará su último montaje, Ahora todo es noche, completan el cartel, que llegará al espacio escénico del 20 al 28 de octubre. Según señala Ramón López, director del Gran Teatro, este ciclo supone «una oportunidad de, por ejemplo, volver a ver Quejío», el primer espectáculo que puso en escena La Cuadra y que ahora ha retomado Salvador Távora, «que aún se emociona cuando lo ve», recordando la función que ofreció en la pasada edición de la Feria de Teatro en el Sur de Palma del Río.

«Creo que son las tres compañías andaluzas del momento, que tienen una larga e importante trayectoria, así como reconocimientos como el Premio Nacional de Teatro, que poseen La Zaranda y Atalaya, o el Max de Honor que ha recibido Salvador Távora este año», continúa López, que reconoce que «los teatros públicos tenemos que acoger a nuestras compañías» para que el público sepa «lo que se está haciendo escénicamente a su alrededor».

UNA VUELTA DE TUERCA \ La primera propuesta del ciclo será la de Atalaya con Marat Sade, que llegará al Góngora el 20 de octubre. Estrenada en junio del 2015, es uno de los textos fundamentales de la dramaturgia del siglo XX y una constante en la escena española desde que Adolfo Marsillach la estrenó en 1968 desafiando a la censura de la dictadura y con un montaje que fue absolutamente rompedor. Desde entonces, la obra de Peter Weiss, que habla de la eterna confrontación entre individualismo y colectividad, se ha representado en España en cada década. Dirigida por Ricardo Iniesta, la última versión es la de esta compañía sevillana, que da otra vuelta de tuerca a esta obra que juega al teatro dentro del teatro y narra el asesinato de Jean Paul Marat, líder de los jacobinos tras la Revolución francesa.

El 27 de octubre será el turno de la jerezana La Zaranda con Ahora todo es noche, una propuesta escénica con la que está celebrando sus 40 años de trayectoria y en la que vuelve a mostrar que es un grupo que preserva lo esencial y desecha lo inservible, desarrollando una poética teatral lejos de fórmulas etereotipadas. El argumento se centra en tres mendigos que buscan un lugar donde dormir, un cobijo para los temporales de la vida. Y advierten dentro de su miseria que es malo no saber adónde ir, pero que peor es no saber dónde se está, reuniendo así todo el universo creado a lo largo de sus cuatro décadas de existencia.

El ciclo se cierra el 28 de octubre con la representación de Quejío, una obra que Salvador Távora recupera después de 45 años y es un canto contra la injusticia social estrenado en 1972, donde el cante y el baile flamencos cobraron una nueva dimensión, sin dejar indiferente a nadie. Luces de candil, cuerdas y un bidón cargado de piedras son los elementos principales de la puesta en escena, tan sencilla como potente.

Quejío se estructura a partir de siete cantes y tres bailes presentados como una serie de ceremonias que sacan a relucir las querencias de una colectividad a través de sus tradiciones, con un flamenco alejado del divertimento, comprometido con sus orígenes. Fue un espectáculo rompedor y, en su momento, la obra fue un fenómeno, tanto por su concepción estética como por su compromiso político y social. El reconocimiento internacional llegó desde su primera representación fuera de España, en el Gran Anfiteatro de la Sorbona de París, el 22 de abril de 1972. Desde entonces La Cuadra de Sevilla no ha dejado de recorrer el mundo. Son ya 25 los espectáculos realizados y Távora piensa seguir en activo mientras la salud se lo permita.