El jazz y el swing, entre todos los ritmos precursores del rock y pop del siglo XX, lucieron ayer en el Teatro Góngora con la actuación de la Glenn Miller Orchestra, quizá la más popular de las big bands del mundo desde que llenó casi todas las pistas de baile en Occidente en los años 40 y 50 con sus reconocibles temas (algunos históricos) o el cine convirtiera en leyenda la vida y desaparición del joven Miller. Todo ello sin olvidar el sincrónico baile de músicos y la elegancia en escena.