El hispanista irlandés Ian Gibson está convencido de que, si hubiera voluntad, los restos de Federico García Lorca serían encontrados, pero el Estado «no está buscando a sus muertos», algo que cree que es la asignatura pendiente de España. «España es un país fantástico, solo se necesita dialogar y sosiego», dice el hispanista, que ha publicado el libro Aventuras ibéricas. Recorridos, reflexiones e irreverencias, editado por Ediciones B. Una España que ha cambiado tremendamente desde que él la conoció por primera vez, cuando, recuerda, entrevistaba a personas, «aquí al lado», en la Gran Vía madrileña, que estaban atemorizadas «porque entonces las paredes escuchaban»: «Ningún español podía hacer entonces lo que yo hice». La entrada en la UE fue fantástica para España, porque subió «el concepto de autoestima» del país, anteriormente afectado por un «complejo de inferioridad», dijo.