El arte jondo ya tiene un nuevo trío de ases, que vuelve a emerger del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, y la afición tuvo anoche, en el Gran Teatro, la oportunidad de conocerlo durante la gala de entrega de premios, que también contó con la actuación de los tres ganadores en las distintas modalidades de Cante, Baile y Guitarra.

Tras un largo recorrido que comenzó el 5 de noviembre con la fase de selección y culminó el pasado jueves con el anuncio de los ganadores, anoche, en una gala conducida por la periodista Mar Rodríguez, las nuevas figuras del flamenco refrendaron su premio y volvieron a dar ejemplo de profesionalidad y de la óptima preparación que poseen y que ya dejaron entrever en las fases selectivas. Unas jornadas en las que el público tuvo ocasión de extasiarse con la intervención de un porcentaje importante de jóvenes flamencos ilusionados en conseguir premio en este «concurso de concursos».

Como es preceptivo, los artistas premiados salieron a darlo todo, ya sin la presión de la fiscalización de un jurado, que tuvo que trabajar a destajo para dar un veredicto lo más ecuánime posible, aunque no siempre coincidente con el del público que cada día se ha dado cita en las fases previas. La bailaora de origen chileno Florencia Oz hizo seguiriyas y caña, dejando una estela de su buen hacer, resultado de toda una vida dedicada al baile. Un denso currículo que hoy adorna más con este premio, al que hay añadir su inclusión en la compañía de Rafaela Carrasco, con la que realizará varias giras en el extranjero. Sutileza y sentido flamenco no le faltan, aunque también el resto de finalistas demostró en las fases previas el porqué de su clasificación.

El premio de guitarra recayó en el granadino José Fermín Fernández, que en esta gala volvió a dar una gran lección de lo que es el toque, tanto en su especialidad como solista como de acompañamiento al cante y al baile. Técnica intachable y una notable creatividad en la taranta y las bulerías que regaló en esta clausura, en la que el extremeño Francisco Escudero El Perrete puso de manifiesto alguna que otra discrepancia entre la afición ante la disyuntiva que plantean las diferentes escuelas del cante.

De voz preciosista, su amplio registro recuerda algunos pasajes de la mejor época de su paisano Porrinas de Badajoz. Las malagueñas, que terminó por fandangos abandolaos, la seguiriya y los tangos extremeños fueron los cantes que eligió para esta gala que clausura una nueva edición del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, que, como manifestó, marcará un antes y un después en su corta pero prometedora carrera. Entre el público, además de representantes de instituciones, muchos de ellos encargados de entregar los premios, se congregó una afición deseosa de conocer en vivo y en directo a estos nuevos ganadores de un certamen que tendrá su próxima edición dentro de tres años y que en esta edición, como es habitual, ha contado con importantes artistas en el jurado.