La Fundación Cajasur, siguiendo el plan museológico de Viana, ha emprendido la investigación de las diferentes colecciones que alberga el monumento, todo ello comenzando por las pinturas que componen este rico patrimonio y que ahora se publica con la edición de un libro en el que se cataloga por primera vez, de forma rigurosa y científica, la amplia colección pictórica que posee el Palacio de Viana, informa Europa Press.

El acto de presentación de la publicación se ha realizado este jueves con el director del Palacio de Viana, Leopoldo Izquierdo; el catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla (US), Enrique Valdivieso, y Gonzalo Martínez del Valle, encargados ambos del trabajo, estudio y análisis de dicha colección.

En este conjunto de obras, compuesto por casi 300 pinturas en las que se representan escenas religiosas, retratos, bodegones y paisajes, fue realizado por distintos artistas de las escuelas españolas, italiana, flamenca y francesa, realizando un pormenorizado y crítico estudio que ha dado como resultado el libro que ahora se presenta.

Valdivieso y Martínez del Valle han tomado como punto de partida, para la ejecución de su trabajo, la bibliografía que sobre este tema existía con anterioridad para poder confirmar las atribuciones que existían o modificarlas en favor de propuestas más claras y convincentes. De esta manera, se ha conseguido poner al día el contenido y significado de tan extenso patrimonio artístico.

La labor de este trabajo ha consistido en catalogar, primero, la amplia colección de retratos que guarda la colección y que son en su mayoría personajes vinculado a la rama de los Saavedra, anterior a la de Viana, y también los pertenecientes a la monarquía, con figuras de reyes, príncipes e infantes vinculados a la Corona española, entre los que figuran algunas obras singulares y únicas. A estos retratos hay que añadir relevantes figuras de la historia y de la cultura española.

Considerable es también el conjunto de pinturas de contenido religioso y que es consecuencia de las devociones que practicaron los miembros de la casa de Rivas y de Viana, siendo muy importante la colección de tablas y cobres flamencos en los que se narran diferentes episodios de la vida de Cristo. También de la escuela flamenca son otros cobres que narran alegorías de los 'Cinco Sentidos' y que ofrecen un magnífico repertorio de formas amables y decorativas.

También, a la escuela flamenca pertenecen un conjunto de seis pinturas en las que se describen batallas de la Guerra de los Treinta Años, obras que debieron de ser encargadas por el marqués de Rivas en Amberes, ya que él había participado en dichos episodios bélicos.

AMPLIO REPERTORIO

Otros aspectos de interés en la colección son las decoraciones murales que se hicieron en el siglo XIX en el Salón de los Cinco Sentidos o Salón de Tobías.

En todo este amplio repertorio pictórico, destacan algunos nombres importantes en la historia de la pintura europea y así, dentro de la pintura española, figuran en la colección del Palacio de Viana, nombres como Bartolomé González, Pantoja de la Cruz, Antonio del Castillo, Esteban Márquez, Bernardo Lorente Germán, Miguel Jacinto Meléndez, Vicente López, José Gutiérrez de la Vega, Federico Madrazo, Ángel Saavedra duque de Rivas, y Joaquín Sorolla.

De la escuela flamenca destacan los nombres de Jan Brueghel II, Hieronymus Francken III y Pieter Meulenaer; y de la italiana pintores como Giusepe Baldrighi, Giuseppe Cesari el cavaliere d'Arpino, Giovanni Sasoferrato y Luca Giordano.

La colección exhibida en el Palacio ha experimentado nuevas incorporaciones, en coherencia del actual titular con la tradición coleccionista mantenida por sus anteriores propietarios, para que puedan ser contempladas de manera permanente en este singular espacio. Es el caso de destacadas obras de Julio Romero de Torres y Valdés Leal, que han sido cedidas para su exposición permanente por CajaSur.

En las sucesivas ediciones de esta publicación se irá incorporando la catalogación de tales piezas, en un nuevo capítulo añadido donde se ponga de manifiesto la relevancia de la aportación recibida.