La Alhambra abre sus puertas a una exposición sobre la Granada zirí y la influencia que el pueblo bereber ejerció en la península ibérica tras su llegada a al-Ándalus, en lo que es el primer paso para la puesta en marcha, junto con Marruecos, de un museo bereber permanente en Granada.

La reina Letizia ha siso la encargada de inaugurar la muestra La Granada zirí y el universo bereber que, repartida entre la capilla y la cripta del Palacio de Carlos V, en el conjunto monumental de la Alhambra, exhibe más de 300 piezas procedentes de colecciones públicas y privadas de todo el mundo sobre la cultura material asociada a al-Ándalus.

Tanto en la taifa granadina como en otros centros de poder de la península y el Magreb, que doña Letizia ha conocido de cerca durante una visita en la que ha estado acompañada por el ministro de Cultura, José Guirao, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, entre otras autoridades.

Comisariada por el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada, Antonio Malpica, que ha guiado a la reina por las distintas salas, la exposición contextualiza y da a conocer a este pueblo, también conocido como amazig, y la profunda influencia que ejercieron en la península ibérica tras su llegada a al-Andalus. Sobre todo de la dinastía zirí que, procedente del norte de África y gobernadores de la taifa de Elvira, decidió en el siglo XI establecer su capital en Granada, lo que dejó una indeleble huella en su configuración urbana.

Huellas arqueológicas, referencias etnográficas y antropológicas conforman este particular universo que se exhibirá hasta el 21 de abril de 2020 en un recorrido a través de cuatro salas, la primera de las cuales aborda el origen del mundo beréber.

La segunda analiza su influencia en la península ibérica y la impronta de la Granada zirí a través de piezas como el surtidor de fuente con forma de León de la colección del Museo Nacional de Setif, procedente de los Banu Hammad, el bote de marfil de la catedral de Narboma y la arqueta de marfil y esmaltes de Santo Domingo de Silos, que se encuentra en el Museo de Burgos.

El visitante también podrá contemplar la colección de piezas del siglo XI del Museo del Louvre, entre otras, un pequeño fragmento de loza dorada con epigrafía, el brocal de pozo del Museo de Santa Cruz de Toledo, el tesorillo de moneda del de Jaén o los huevos de avestruz de la necrópolis de Villaricos de Almería del Museo Arqueológico Nacional. La sala central gira en torno a las grandes dinastías norteafricanas (los almorávides primero y los almohades después) mientras que la última, ubicada en el zaguán y la cripta, está dedicada a las formas de vida de los beréberes a través de la colección de la Fundación Dr. Leila Mezian. Esta colección sirve prolongación y actualización de la entidad cultural de los amazigues, que si bien han estado situados en el mundo islámico, siempre han contado con una marcada personalidad propia y ofrece el testimonio etnográfico y antropológico de formas de vida tanto campesinas y ganaderas como urbanas y artesanales.

EL PUEBLO AMAZIG / Organizada por el Patronato de la Alhambra y Generalife y la Fundación Legado Andalusí, en colaboración con el Consejo de Europa, la exposición se completa con un espacio audiovisual con videos sobre la Granada zirí y las taifas de la península ibérica, así como varios trabajos producidos por Dounia Benjelloun sobre el pueblo amazig. Se estima que este pueblo, cuyo legado histórico y artesanal aún pervive en el norte de África, está actualmente conformado por más de 35 millones de personas.

Tras recorrer la exposición, doña Letizia ha visitado la Sala de los Reyes de la Alhambra, donde recientemente concluyó la rehabilitación de las pinturas sobre cuero de sus tres bóvedas, únicas por su técnica y por la representación figurativa. A su paso por el Patio de los Leones, camino de la Sala de los Reyes, doña Letizia se ha cruzado con un grupo de escolares a los que ha saludado y con quienes ha charlado y se ha hecho algunas fotos, según fuentes del Patronato de la Alhambra.