Bajo el título Historia de una amistad, la Fundación Antonio Gala acoge desde hoy martes una exposición que se adentra en los fuertes vínculos que siempre existieron entre el escritor Antonio Gala y el diseñador Elio Berhanyer, ambos cordobeses. "Fueron siempre íntimos amigos", ha señalado Pedro Mansilla, comisario de la muestra, con la que se pretende visualizar cómo la obra de uno influye en la del otro.

"Probablemente, en la parte de Berhanyer todo es más material, porque hay montones de ropa suya que Gala usaba y reusaba a lo largo del tiempo", ha dicho Mansilla, que se ha lamentado de no haber podido exponer el vestuario teatral, puesto que todo está donado a los museos del Traje y del Teatro y "ninguno de los dos dejan que salga una sola pieza".

Seis maniquíes muestran cómo Gala ha ido vistiendo a lo largo del tiempo bajo la firma de su amigo, y junto a ellos figuran las fotografías del momento en el que llevó esa ropa, y hay algunas "impagables", ha relatado Mansilla, que se ha detenido en una imagen de una presentación de un libro de Gala a cargo de Alfonso Guerra. Además de este vestuario, la exposición también muestra la ropa que ha cedido la actriz Victoria Vera, "una mujer que, de alguna manera está entre estos dos hombres", ha continuado Mansilla, que por la tarde ha mantenido un coloquio con la actriz en torno al vestuario en el teatro del dramaturgo cordobés. Ambas actividades culturales forman parte de la segunda Semana de Gala que se celebrará hasta este domingo, 17 de noviembre.

Además de ropa, también se puede disfrutar de dos series fotográficas. Una de ellas recoge imágenes de obras de teatro de Gala y la otra corresponde a montajes del escritor cuyo vestuario realizó Berhanyer. Por último, dos vitrinas acogen dibujos del diseñador y montones de prendas de éste con las que se atavió Gala, como corbatas y pañuelos, y los libros en los que el escritor nombra de su amigo. Ambos creadores se conocieron siendo muy jóvenes, ha proseguido el comisario, que ha explicado que ese es el motivo por el cual la exposición se abre con un pequeño texto en el que Gala habla de su amigo diseñador y de sus habituales cenas los sábados en el Madrid de la época.