Córdoba rendirá homenaje al pintor Antonio Povedano, con motivo del centenario de su nacimiento y al cumplirse una década de su fallecimiento, a través de una exposición retrospectiva auspiciada por la Fundación de Artes Plásticas Rafael Botí, con la colaboración del Ayuntamiento, que reunirá pintura, dibujos, vidrieras, mosaicos, carteles, bocetos y fotografías, intentando dar respuesta a sus procesos artísticos y con el objetivo de que llegue a muchas más personas de las que habitualmente entran en las salas de exposiciones. Según señala el comisario de la muestra, el profesor de Historia del Arte de la Universidad Carlos III Federico Castro, la exposición, que se inaugura el próximo 27 de septiembre, supondrá un recorrido por los momentos más importantes de su trayectoria artística, así como sobre su faceta como impulsor de grandes proyectos culturales y didácticos, especialmente en Córdoba, desde finales de los años 50, cuando el artista decide quedarse en esta ciudad. «En Córdoba se sentía muy cómodo y aquí puso en marcha muchas iniciativas» a través de la amistad, las tertulias y el contacto con personajes de la cultura cordobesa como Rafael Mir, Rafael de la Hoz, Manuel Concha, Agustín Gómez y Luis de Córdoba, entre otros, señala Castro.

Antonio Povedano comienza su trayectoria artística «relativamente tarde», explica el comisario, que señala que se inició de forma autodidacta hasta poder disfrutar de una beca que lo llevó a la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, para después pasar a Sevilla y Madrid, donde toma contacto con la naturaleza, lo que le acompañará en toda su carrera. Así, de este periodo sobresale en la muestra «un paisaje de un pinar al atardecer, que es muy expresivo y representativo de esa época naturalista, y una serie de dibujos, algunos de ellos inéditos, y que son apuntes que tomó en sus viajes a París, donde entró en contacto con los postimpresionistas y comienza su avance hacia el cubismo, en la línea de su maestro Vázquez Díaz, para acabar en la abstracción geométrica, con la que participó en la Bienal de Venecia de 1958», prosigue Castro.

En el año 1955, Povedano comienza a tener interesantes contactos con el ámbito de la arquitectura a través de personas como José Luis Fernández del Amo, director del Instituto Nacional de Colonización y responsable de la creación de muchos pueblos de Córdoba y Jaén. A partir de ahí, el artista recibe encargos para decorar las iglesias de estas nuevas poblaciones. De este periodo se expondrán algunos bocetos de las pinturas murales o mosaicos que el creador diseña para los altares mayores de estas iglesias y documentación fotográfica, siendo la primera vez que se pone en valor esta faceta del artista, según cuenta Castro, que asegura que «él los vio como encargos profesionales y no le dio la relevancia que tienen, pero hubo muchos artistas de la vanguardia de los años 50 que se inspiraron en este arte religioso moderno por el que se venía apostando en Europa desde hacía algún tiempo».

Cartel de la Feria de Córdoba del año 2005.

ARQUITECTURA // En esta etapa también recibió otro importante encargo, las pinturas murales de la Universidad Laboral, de las que ahora se podrán ver bocetos de gran formato, ya que la obra se ha perdido. Del año 1961 se expondrán fotografías del primer encargo que hizo junto a Rafael de la Hoz y Gerardo Olivares en Cabra. Se trata del edificio del Sindicato, donde realizó unos «bellísimos» mosaicos. Estos trabajos de arte público le van vinculando cada vez más a Córdoba y provocan que, pese a tener otras oportunidades en Madrid, Povedano decida quedarse en la ciudad, «donde hace una magnífica labor en la incorporación del artista como profesional en los grandes proyectos arquitectónicos», continúa Castro, que explica que de esta etapa también se podrá disfrutar de una réplica fotográfica de cinco metros de la vidriera de la iglesia del barrio de Santa Rosa, «una de las mayores de Europa», así como de los bocetos de las vidrieras que hizo por encargo para el restaurante El Caballo Rojo.

Un detalle del cuadro 'Tardecer en Gredos'.

Al mismo tiempo que Povedano realiza estos encargos, «se produce una transformación muy curiosa en él, abandona la abstracción geométrica y comienza una tendencia, lo que hoy conocemos como la nueva figuración, pintando con brochazos sueltos sus grandes temas: campesinos, segadores, picaores y el mundo del flamenco», prosigue el comisario, que asegura que «con esta exposición se conocerá mucho más profundamente a Povedano, ya que hay algunas de sus facetas que no se han comentado y explicado». El Centro Botí acogerá los contenidos centrados en el paisaje y en su faceta inicial como promotor de vanguardia en Madrid y en Córdoba, además de sus colaboraciones con el Instituto Nacional de Colonización, incorpoporándose también su faceta de retratista. Por su parte, Vimcorsa alojará todo lo relacionado «con la identidad, a través del flamenco, los toros, el mundo campesino y la vida cotidiana».