Un negativo fotográfico gigante duerme estos días en La Cajita de El Arsenal. José Juan Luque presentó ayer su proyecto Queda el recuerdo , que se podrá ver hasta el 30 de octubre. En él cuenta historias a través de sus pequeños fotogramas, como si de una película continua se tratara. "Me interesa la fotografía por su efecto catártico, porque ha cambiado la dimensión de mi vida y la forma de afrontarla. Le ha dado sentido a muchos momentos. De repente, siempre pasa algo. Es una excusa ante mí y ante los demás. Me incita a vivir, a partir constantemente", asegura el fotógrafo, que utiliza una cámara analógica de los años 80 y revela él mismo los carretes en su casa.

Precisamente, de un revelado defectuoso nació este proyecto. "Una pareja de amigos estaba dejándolo. Decidí fotografiarlos porque estaban mostrando muchos sentimientos. Se mezclaban la rabia, el dolor y el amor. Al revelar el carrete perdí la película. Me sentí muy impotente y rápidamente fui a escribir todo aquello que estaba sintiendo. Sentía que se me escapaba aquella historia. Entonces, me pregunté, ¿qué queda cuando ya no queda nada?", continúa el artista, que ha vuelto "a perder carretes, o partes de ellos, así que el dolor siempre ha vuelto".

En su camino van surgiendo pequeñas historias que plasma con su cámara, unas veces de forma intencionada, pero a veces se juntan por azar, de manera caprichosa. "Esas historias van quedando en el olvido, fundiéndose con el recuerdo, que, al final, es lo que nos queda", concluye el autor. La noche en El Arsenal continuó con un nuevo ciclo de Veladas y la performance de Paco Nevado A 7 metros .