El profesor Rafael Ramos (Elche, 1942), maestro de arqueólogos, especialista en el mundo ibero y miembro de la Real Academia de la Historia, ha revisado la iconografía ibera, de la que, en declaraciones a Efe, ha destacado su pervivencia al haber sido fuente de inspiración principal para Pablo Picasso.

«Pintura picassiana» denominan los arqueólogos a buena parte de las que decoran la cerámica ibera, que ha sido estudiada por Rafael Ramos, junto a la escultura y la numismática, entre otros soportes, como grabados sobre marfil y piedra y exvotos de bronce, para escribir Los iberos. Imágenes y mitos de Iberia, recién publicado por Almuzara.

Con algo más de medio millar de páginas, un centenar de reproducciones gráficas y casi mil notas de referencias bibliográficas y críticas, la obra se ofrece como herramienta «para conocer el arte y los mitos del primer pueblo de la memoria hispana», cuya antigüedad se remonta a dos milenios y medio.

El profesor ha dedicado un capítulo al toro -otro motivo picassiano- y sus representaciones iberas, de las que ha dicho que representan «el espíritu de Dios» y que estos dibujos y grabados del toro aluden a «un concepto espiritual», como es frecuente en la cuenca mediterránea y en culturas más antiguas, como la egipcia, que veneraba a un buey «como reflejo de la fuerza de Dios».

Ramos ha dirigido numerosas excavaciones arqueológicas, la más reciente este mismo año en el parque arqueológico de La Alcudia, cerca de donde fue hallada la Dama de Elche, que ha calificado como la mejor escultura de la antigüedad en la Península.

El estudio sistemático y metodológico de las imágenes iberas y su contraste con las fuentes históricas han permitido, según el profesor, «un conocimiento bastante concreto del mundo ibero», así como una aproximación a los muchos conocimientos que poseían y a sus tradiciones, como sus fiestas, hilvanadas al ciclo anual o agrícola.

También la costumbre de quemar cada año objetos antiguos o sus rituales de saltos de fuego y baños de agua, en los que ha interpretado el referente antiguo de ritos como las hogueras de San Juan y de fiestas actuales como las fallas de Valencia.

Inicialmente, los iberos se organizaron bajo una «monarquía sagrada» en la que los reyes asumían funciones de sacerdotes, y después de siglo V antes de Cristo derivó a unas aristocracias basadas en la heroicidad de los antepasados, la cual legitimaba su autoridad y era el fundamento de una rígida jerarquización social, como atestiguan, ha puesto como ejemplo, los monumentos hallados en Porcuna (Jaén). Ramos ha destacado igualmente el papel de las sacerdotisas.