El Guantelete del Infinito con el que Thanos pulveriza a la mitad de la humanidad en 'Vengadores: Infinity war' tiene un sorprendente gemelo. Se trata de la mano incorrupta de santa Teresa de Jesús, un relicario del sigo XVII que se encuentra en la iglesia de la Merced de Ronda, en Málaga, y que si no fue la inspiración del guionista Jim Starlin y los dibujantes George Pérez y Ron Lim para diseñar en 1991 el arma definitiva del supervillano cósmico lo parece mucho.

La cosa tendría más sentido del que pueda parecer a bote pronto porque ¿qué son los santos si no los superhéroes de la Iglesia católica?

La reliquia que se conoce como la mano incorrupta de santa Teresa es una pieza de plata dorada con incrustaciones de piedras preciosas que contiene los restos de una mano de la mística. Según la Iglesia católica, diez meses después de su muerte en Alba de Torres en octubre de 1582 se exhumaron sus restos. Su cuerpo, sostiene el catolicismo, apareció incorrupto y flexible, lo cual habría facilitado que haya reliquias de santa Teresa por medio mundo, desde trozos del corazón hasta muelas pasando por pies y por supuesto la mano de marras.

Que ha tenido una peripecia digna de ser esbozada. Primero fue entregada a las monjas Carmelitas Descalzas de Ávila y después a las Carmelitas del convento de San Alberto de Lisboa. Pésima idea: las carmelitas fueron primero vetadas (siglo XIX) por el Gobierno portugués y después expulsadas de Portugal (revolución de 1910). Finalmente lograron reubicarse en el convento de Carmelitas Descalzas de Ronda, llevando con ellas el relicario con la mano de Santa Teresa.

LA GUERRA CIVIL

Durante la guerra civil española el convento fue saqueado y la mano incorrupta vivió más aventuras, de las que salió bien librada. En la posguerra fue trasladada de Málaga a Valladolid para ser expuesta en una magna exposición con otros relicarios y obras de arte del patrimonio religioso expoliados por los 'rojos' que los golpistas y vencedores lograron recuperar. Francisco Franco quedó al parecer prendado del objeto y consiguió autorización eclesiástica para conservarlo en la capilla de su residencia, en el Palacio del Pardo, donde se mantuvo como objeto de especial devoción. Pocas semanas después de la muerte de Franco, el 14 de diciembre de 1975, la reverenda madre María de Cristo Rey, priora del convento de Madres Carmelitas Descalzas de Ronda, recibió de manos del obispo de Málaga, Ramón Buxarrais, el relicario de la mano de santa Teresa. Y ahí sigue.