El escultor de origen italo-estadounidense Douglas Abdell inauguró ayer en la Fundación Antonio Gala su exposición ‘El retorno del fenicio’, donde Abdell ha reunido una serie de piezas en las que utiliza símbolos y formas extraídas de las culturas fenicia y púnica. La admiración que siente este autor por estas culturas como parte de sus orígenes se convierte en un compromiso que trasciende lo plástico, por lo que su obra está dotada de una acusada dimensión antropológica y sociológica. Parte de la premisa de que estos pueblos no fueron colonizadores, sino que eran comerciantes que buscaban ejercer su actividad a través de las relaciones con otros pueblos, relaciones en las que además intercambiaron ideas, costumbres y creencias.