El escritor Javier Sierra quiso durante el confinamiento encontrar un sentido a lo que estaba viviendo y de ahí salió su novela El mensaje de Pandora, una fábula esperanzadora en la que recurre a los mitos y a través de la que advierte del «virus de la ignorancia», el peor al que nos enfrentamos.

Javier Sierra (Teruel, 1971) explica en una entrevista con Efe que 'El mensaje de Pandora', editado por Planeta, nació desde los primeros momentos de la pandemia y el confinamiento de la necesidad de interpretar como escritor la realidad que estaba viviendo, ya que «necesitaba imperiosamente encontrarle un sentido». Y para ello puso en paralelo la actualidad que vivía todo el mundo ante la enfermedad con los mitos de nuestros antepasados. «El arquetipo de la novela es el mito de Pandora», explica Sierra, la primera mujer, a la que Zeus entregó una caja con la orden de no abrirla y en la que se guardaban todos los males. Pero cuando por curiosidad, ya en la Tierra, abre la caja y los deja escapar.

Una caja que, según el mito, procede de fuera, algo que el escritor, Premio Planeta 2017, interpretó desde otra óptica: «Lo relacioné con una hipótesis científica olvidada y fascinante que apunta a que la vida y también las bacterias y los virus han llegado en forma de asteroides y meteoritos», de tal forma que la vida es «algo cósmico», indica el autor. Se trata de la hipótesis de la panspermia que, señala, han defendido Premios Nobel y que a Sierra le pareció «la versión moderna del mito de Pandora».

El escritor insiste en que el tono de su novela es esperanzador «porque cuenta, con la perspectiva que da la Historia, que después de cada una de estas grandes crisis o batallas hay un desarrollo positivo». Y ¿qué transformaciones saldrán de esta crisis?. Según Sierra, tendremos una conciencia global de que las enfermedades tendrán que estar en los escenarios de catástrofes, por lo que habrá un avance exponencial en la virología. Y habrá cambios sociales provocados por la pandemia como la extensión del teletrabajo y la teleeducación, la hiperconectividad y una transformación en el diseño de los hogares.

Pero en la novela también habla de los dogmas y las falsas noticias: «El peor virus al que nos enfrentamos es el de la ignorancia y esto tiene que ver con una relajación en los sistemas educativos del mundo desarrollado y la falta de apuesta por el pensamiento filosófico y crítico», sostiene. Potenciar que solo haya «ingenieros que fabriquen pero no ciudadanos que piensen nos hace muy vulnerables a la manipulación informativa». Algo que, dice, se observa estos días con el derribo de estatuas en Estados Unidos. «Estamos juzgando con los ojos del siglo XXI actitudes del siglo XVI e incriminamos a Fray Junípero de racista cuando lo que hizo fue defender a las comunidades indígenas de la voracidad de los virreyes. Pero como no se cuenta en los colegios, se generan corrientes de ignorantes», señala el escritor, que advierte de que «información no significa formación».