El actor Juan Echanove se mete en la piel de Quevedo para interpretar Sueños, una obra de gran profundidad que trae al Gran Teatro, durante dos funciones, hoy viernes y mañana sábado, los textos llenos de críticas y sátiras de la sociedad del siglo XVII, que ofrecen grandes semejanzas con la situación actual en España y Europa. La obra, basada en una novela de Quevedo que escribió en su juventud, ha sido convertida en obra teatral por José Luis Collado, en una coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, la Llave Maestra y Traspasos Kultur.

En la presentación de la obra ayer, acompañado por el responsable municipal de Cultura y Director del IMAE, David Luque, Juan Echanove manifestó que «los sueños de Quevedo no podían faltar en Córdoba», aunque admitió que cuando al principio le dijeron que quizá iba a representarla en el Teatro Góngora en lugar de en el Gran Teatro pensó en «qué malfario», dadas las malas relaciones entre los dos autores, que «tenían enfrentamientos a cara de perro». No obstante, dijo, «la platea gongorina me motiva» y esta obra «no podía faltar en una ciudad con la eclosión cultural de las tres culturas, que tiene una atmósfera especial, donde uno puede acometer todo tipo de teatro».

Echanove calificó Sueños como «una obra alucinante», pues descubre «un infierno, al modo del de Dante, de hielo y frío, una especie de premonición a lo que iba a ser el final de su vida» y en esos niveles de infierno «se va encontrando con personajes y paradigmas de la descomposición social de la época». Para el actor, «si Quevedo viviera hoy en día sería un periodista odiado por todos y necesitado por todos, un periodista punzante y de gran calidad literaria». Echanove señaló que cuando va a cumplir 40 años de profesión «comienzo un nuevo ciclo vital».