El dramaturgo cordobés Antonio Rojano por fin cumplirá el sueño de ver una de sus obras en un escenario de su tierra. Después de 15 años de trayectoria, el Gran Teatro ha programado para este próximo sábado, a las 20.30 horas, la puesta en escena de Hombres que viven en habitaciones pequeñas, una pieza dirigida por Víctor Conde en la que analiza desde la comedia nuestra realidad valiéndose de una trama disparatada protagonizada por Secun de la Rosa, Esperanza Elipe, Cristina Alarcón y Angy Fernández.
Durante la presentación, hoy miércoles, en el Gran Teatro, la concejala de Cultura, Blanca Torrent, ha señalado que el teatro es "una herramienta poderosa para interpretar la realidad" y esta obra "es un ejemplo de cómo adentrarse en la sociedad actual desde la comedia, un género complejo pero necesario para mostrar el lado más difícil de nuestro tiempo", y la cultura y las artes escénicas cumplen una función "primordial de denuncia y de crítica sobre el tiempo que nos toca".
La función cuenta la aventura de tres funcionarias del CNI que tienen un plan disparatado para cambiar el rumbo de un país que puede ser el nuestro. Secuestran a un escritor sin mucho éxito y tratan de elaborar con él un plan para conseguir sus fines. Si quiere formar parte de un movimiento revolucionario, el escritor tendrá que prestar su talento a una causa mayor: concluir el relato de un magnicidio que cambiará el rumbo de un país en crisis.
"La obra juega mucho con las teorías de la conspiración desde la parodia", ha señalado el dramaturgo, que ha añadido que también se hace una reflexión sobre el mundo literario y cómo los escritores pueden fabular con cambiar el mundo dentro de la ficción y las tensiones que se generan con la realidad". En definitiva, "una historia de gente que se quiere revelar contra el momento político en el que estamos".
Rojano, que fue residente de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, llega a Córdoba de la mano de la productora Entrecajas, que está moviendo la función por todo el territorio nacional y ha mostrado su alegría al poder traer a su tierra un espectáculo suyo, un deseo largamente acariciado.
