Ricardo Gallén nos proporcionó un día para recordar tras la presentación de disco de las sonatas de Brouwer. En su concierto, pudimos escuchar dos, la nº3 del Decamerón Negro, en la que aparecen personajes de cuentos y juega con los contrastes de las distintas frases y secciones, ritmos y escalas veloces, y control de las pausas y resonancias, y la nº6 original para archilaúd, rebautizada como de Los enigmas. Las distintas sonoridades creadas se fueron sucediendo, como breves viajes en el tiempo. Consigue una combinación de timbres, con una versatilidad que nos hace creer que hubiera más de un instrumento en escena. Utiliza una scordatura que le da una profundidad a la guitarra, un recuerdo a la resonancia del laud, e introduce el plectro para diferentes efectos. Pudimos disfrutar del estreno mundial Colloquial preludios, de Sergio Assad, 12 piezas cortas, en diferentes tonalidades, que son interpretadas sin solución de continuidad, y que se van enlazando.

Para terminar, deleitó con la Sonata para violín BWV 1001 de J. S. Bach, en la que hace una interpretación en la que crea un clima diferente, introduce ornamentos sin perder el rigor del pulso, con un sonido cuidado, precisión y fluidez.