Pablo Longoria es el portavoz en España de World Monuments Fund, una organización privada, internacional, sin fines de lucro, dedicada a la preservación de la arquitectura histórica y los sitios del patrimonio cultural de todo el mundo. A la espera de firmar el convenio con la Junta por el que esta organización inyectará 125.000 euros a la restauración del Salón Rico, Longoria asegura que «todo está listo para empezar».

-Por fin se ha desbloqueado el convenio para que la World Monuments Fund pueda invertir en el Salón Rico. ¿Cómo se siente ante la noticia?

-Tenemos muchas ganas de intervenir... Parecemos cordobeses. Deseamos que el Salón Rico se abra pronto al público.

-¿Cree que después de esta inversión se pueda hacer?

-Con esta inversión vamos a conseguir que todos los atauriques que ahora mismo están desplegados en su interior se coloquen, y nosotros vamos a actuar, principalmente, en la fachada del Salón Rico. Quedarán otras fases, pero espero que la Junta pueda hacer ‘un abierto por obras’ porque la apertura extraordinaria de Navidad fue todo un acierto.

-¿Tienen los mismos problemas burocráticos que han tenido con la Junta en otros lugares?

-En España, este proyecto ha sido un poco excepcional. Siempre hay algunos retrasos, porque estamos trabajando con sitios importantes y con gestiones más o menos complejas, que dependen de fondos públicos. Pero es lo que hay. Hemos tenido la suerte de que la nueva consejera lo ha desbloqueado rápido para que podamos actuar.

-¿Seguirá la organización invirtiendo en Medina Azahra?

-Lo tenemos en nuestro pensamiento, igual que en la Alhambra.

-¿Qué significa, dentro de la labor de la organización, su intervención en Medina Azahara?

-Es un sitio especial. No es una restauración de las que solemos hacer, pero, científicamente, es muy interesante