"Cuando se es un genio no se tiene derecho a morir, porque uno es necesario para el progreso de la humanidad". Esta fue una de las últimas frases que pronunció Salvador Dalí antes de morir a principios de 1989. Y así comienza el vídeo de presentación de la exposición que, el pasado día 11 de mayo, el día del 115 cumpleaños del artista surrealista de Figueres, abrió al público en el museo que lleva su nombre en San Petersburgo, en Florida (EEUU). Cumpliendo la profecía del pintor, en Behind the Scenes: Dali Lives, Dalí ha vuelto a la vida de la mano de una Inteligencia Artificial (IA) que lo hace saludar a los visitantes, comentarles su obra y hasta tomarse un selfi con él.

De esta manera, el museo asegura que el público podrá "aprender más sobre la vida de Dalí gracias a la persona que mejor lo conoció, el propio artista". La interacción con los visitantes es posible gracias a la disposición de varias pantallas repartidas por las salas de la exposición, que estará abierta hasta el 31 de diciembre. La muestra cuenta con la colaboración y el permiso de la Fundació Dalí.

APRENDIZAJE AUTOMÁTICO Y 6.000 FOTOGRAMAS

Dali Lives ha sido posible gracias a la colaboración con la agencia de publicidad Goodby, Silverstein & Partners (GS&P), encargada de la recreación a tamaño natural de Dalí 1,72 metros medía el creador de bigotes afilados, utilizando una técnica de edición de vídeo basada en el aprendizaje automático. Cómo? A partir de material gráfico de entrevistas, la agencia obtuvo más de 6.000 fotogramas con los que usó más de mil horas de aprendizaje automático con los que entrenó al algoritmo del rostro de Dalí. Su expresión ojiplática, sus cejas levantadas y el rictus de su boca se sobrepusieron en un actor de su mismo tamaño, que aprendió la característica dicción de Dalí, al que le gustaba alternar los acentos español, inglés y francés.

La experiencia es única y diferente para cada visitante, que es recibido por el propio Dalí tras pulsar el botón de una puerta. Hay en total de 45 minutos de imágenes y miles de combinaciones distintas en las que la IA va contando historias de su vida: en algunos casos, se le ve leyendo el periódico (un The New York Times reciente), o hablando del tiempo si hace buen día... Al final del recorrido, como si Dalí viviera aún, los visitantes tienen la oportunidad de fotografiarse con él y recordar su paso por el museo.