La influencia de la cultura persa en la arquitectura de Medina Azahara es uno de los últimos descubrimientos derivados de los trabajos de investigación que el Instituto Arqueológico Alemán está llevando a cabo en el yacimiento cordobés, cuyo objetivo fundamental consiste en el estudio de una de las zonas más desconocidas de la ciudad califal, la denominada Plaza de Armas, frente al Gran Pórtico, entrada simbólica y ceremonial al sector más cualificado del Alcázar de Medina Azahara, donde se encontraban los servicios centrales y la administración del Estado. Así, en la primera fase del proyecto que lleva a cabo la institución alemana, con la colaboración del propio conjunto arqueológico, que tiene prevista una duración de cinco años, se documentó este Gran Pórtico, situado al oeste de la plaza. Ahora las investigaciones se han llevado a cabo en la zona este del recinto, donde «hemos encontrado un edificio sobre una plataforma en forma de T de un tipo que no conocíamos antes», señaló ayer durante su ponencia Félix Arnold, representante del Instituto Arqueólogico Alemán, que ayer explicó en el auditorio de Medina Azahara los nuevos hallazgos descubiertos gracias a estos trabajos.

Según subrayó Arnold, este tipo de salas «es muy conocido en Mesopotamia, pero no en España, en el oeste», lo que es una indicación de la influencia de la cultura de Persia. «De momento, solo hemos encontrado esta sala, hay que seguir excavando para entender mejor esta arquitectura y saber si hay más indicios para conocer hasta dónde llega esta influencia, que sería la del califato Abasí de Bagdad», continuó el experto, que aseguró que no había constancia de este tipo de edificios en España, de los que sí hay muchos ejemplos al este de El Cairo.

Por otro lado, a partir de una prospección geofísica, se ha podido comprobar que este edificio es solamente una parte de un conjunto más grande, y la pregunta a la que se enfrentan ahora los investigadores es cuál era su función. «Al estar fuera del Alcázar, podría ser un edificio administrativo o un conjunto para al servicio del califa», prosiguió Arnold, que explicó que «vamos a continuar este año estudiando un poco más este edificio y su relación con la Plaza de Armas».

Por su parte, el director del conjunto arqueológico, Alberto Montejo, valoró muy positivamente estos hallazgos, gracias a los cuales «vemos que a Medina Azahara llegan todas las influencias del siglo X a través del Mediterráneo, que la ciudad estaba abierta al mundo», lo que significa «la gran importancia» de la ciudad califal.

Respecto a los trabajos que realiza actualmente en el yacimiento el Instituto Arqueológico Alemán, Montejo considera que «la investigación está dando muy buenos resultados». «Apenas se ha vuelto a excavar en esta zona y ahora se está arrojando luz sobre las influencias arquitectónicas y culturales del resto del Mediterráneo y del califato Abasí», absorbiendo «todo lo que tenía a su alrededor». Aún así, Montejo hizo hincapié en que «estamos ante resultados provisionales que seguiremos completando. Lo que se ha encontrado es un edicficio extraño en el conjunto que conocemos en Medina Azahara y habrá que seguir investigando».