La Consejería de Cultura, a través del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, ha finalizado la intervención en el Yamur de la localidad cordobesa de Pedroche, pieza perteneciente a la antigua mezquita.

La Junta de Andalucía señaló, en un comunicado, que la pieza, compuesta por una barra vertical de hierro sobre la que se insertan tres esferas de latón, servía de ornamento y remate de la mezquita del municipio.

El Yamur era en época musulmana un sencillo eje vertical de hierro atravesado por tres esferas simbólicas, mientras que en época cristiana se añadió al vástago de hierro una cruz, y fue reutilizado "con toda probabilidad" como remate cristiano de la iglesia de las monjas concepcionistas de la localidad. Esta singularidad, así como el mal estado de conservación que presentaba la pieza, "ha hecho necesaria una intervención que garantice la futura preservación del elemento". Además de los estudios de tipo histórico y científico-analítico, se ha realizado sobre la pieza una intervención "basada en criterios de conservación y reversibles".

La directora general de bienes culturales de la Consejería de Cultura, Guadalupe Ruiz, presentó ayer en Sevilla el restaurado Yamur de la Iglesia del convento de la Concepción, una pieza, que según Ruiz, tiene "un indudable valor histórico y patrimonial". Por su parte, la restauradora que se ha encargado del proceso, Ana Bouzas, explicó que este yamur, procedente de la antigua mezquita de la localidad cordobesa, es al parecer el "único" que se conserva en Andalucía junto al de San Martín de Lucena, también en Córdoba, si bien precisó que la Giralda, según los documentos gráficos que se conservan, llegó a tener uno "antes lógicamente de la cristianización", relató.

En cuanto al proceso de restauración en sí, dijo que la primera fase del trabajo consistió en la documentación gráfica de la pieza "mediante radiaciones ultravioletas" que ponen al descubierto sus fisuras o imperfecciones. "Luego, procedimos al desmontaje de las esferas para su limpieza tanto mecánica como quimíca", precisó Bouzas, quien agregó que "las dos inferiores no fue necesario tocarlas", a diferencia de la pequeña, la superior, "a la que se le tuvo que realizar un soporte estructural para fijar la parte de arriba, que se encontraba en mal estado y rota".