Like a virgin (1984)

El segundo álbum de Madonna es una bomba pop lubricada por el arte funky de Nile Rodgers (Chic), que suministra un sonido orgánico y arrollador para hits como el que le da título y Material girl.

Like a prayer (1989)

Su canción central, embriagador número de pop en crescendo con fibras de soul y coros góspel, fundiendo religión y sensualidad, domina una obra con otras piezas álgidas, como Express yourself y Cherish.

Ray of light (1998)

Un giro hacia la electrónica con melodías y atmósferas más europeas con sello de William Orbit. Voz modulada y madura, y un repertorio que va de la electrizante ‘Ray of light’ a la majestuosa ‘Frozen’.

Hard candy (2008)

Madonna, rearmada para el siglo XXI en un disco trepidante, cargado de ritmos electrónicos invasivos como en ‘Candy shop’ y ‘4 Minutes’, con cómplices como The Neptunes, Timbaland y Justin Timberlake.