El Ballet Nacional de España acaba de hacer pública la designación de Antonio Correderas (Córdoba, 1975) como primer bailarín, el puesto más importante del elenco de baile masculino de la formación artística. Correderas, que entró en el cuerpo de baile del Ballet Nacional en el año 2006 y allí permanece -salvo una etapa de tres años que dedicó a otros proyectos- ha dado el "salto" tras un duro proceso de selección abierto a todo aspirante que deseara concurrir, una audición pública en la que se interpretan distintas especialidades (clásico, danza española, bolero...) y que concluye como último paso con un montaje propio del artista.

Correderas, que en estos momentos se encuentra en Córdoba, mostraba su satisfacción hace unos minutos con este particular premio que en modo alguno es una lotería, sino fruto del esfuerzo de muchos años desde que empezó en el Conservatorio de Danza de Córdoba -de cuyas profesoras guarda un recuerdo excepcional- hasta su salto a Madrid con apenas 16 años para terminar sus estudios y su paso por distintas compañías y maestros, desde Aída Gómez hasta José Antonio, la compañía de Tamara Rojo y el Ballet Nacional, ahora dirigido por Rubén Olmo.

En pleno covid, con el deseo de que pronto puedan volver a los escenarios -y cree que Córdoba estará incluida en la próxima gira-, Antonio Correderas se muestra feliz y señala a Diario CÓRDOBA que convertirse en primer bailarín del Ballet Nacional de España le supone una alegría "y una oportunidad" de seguir "madurando como profesional y como persona", pero también "una gran responsabilidad".

El artista mantiene su relación constante con su tierra natal: "Mantengo toda la relación con Córdoba, es mi tierra, aquí está mi familia, mi gente. llevo veinte años fuera y cada vez siento más apego hacia mi ciudad". De hecho, una de sus grandes satisfacciones con esta elección como primer bailarín es dar a su familia y a las personas que tanto lo han apoyado la alegría de este avance en su carrera profesional, según explica.