El Festival de Cannes recurrirá a viejos conocidos como la estadounidense Sofia Coppola, el austríaco Michael Haneke o el francés Michel Hazanavicius, para dar lustre a su próxima 70 edición, marcada por la ausencia en su competición oficial de directores españoles o latinoamericanos. Con Les fantômes d’Ismaël, cinta sobre la vida de un cineasta trastocado por la reaparición de un viejo amor, el francés Arnaud Desplechin inaugurará el certamen el 17 de mayo y pondrá sobre la alfombra roja a Marion Cotillard y Charlotte Gainsbourg, sus primeras estrellas. Aunque los organizadores se reservan el derecho de añadir nuevos nombres al listado, 18 filmes fueron avanzados ayer en la pugna por la Palma de Oro, cuya suerte estará en manos del director y productor español Pedro Almodóvar, presidente del jurado.

De los 1.930 largometrajes presentados, 265 más que hace seis años, pasaron la criba The beguiled (La seducción), de Coppola; Le redoutable, de Hazanavicius, o Happy End, de Haneke, que aspira al triplete tras haberse alzado con el máximo galardón en 2012 con Amour y en 2009 por Das weisse Band (La cinta blanca). El estadounidense Todd Haynes, con Wonderstruck, la japonesa Naomi Kawase, con Hikari, o el griego Yorgos Lanthimos, con The killing of a sacred deer, junto a los franceses François Ozon con L’amant double y Jacques Doillon con Rodin se sumaron a la lista de privilegiados que intentarán hacer historia en la Croisette.

Cintas que hablan sobre inmigración, sobre la situación de la Rusia profunda, sobre la lucha contra el sida o sobre algunas de las grandes figuras de la cinematografía, como Jean-Luc Godard (el filme de Hazanavicius), y que evidencian que el cine, según el delegado general del certamen, Thierry Frémaux, «es una manera de pensar en lo que es el mundo».

«Si un festival es político es porque los cineastas lo son», añadió Frémaux en la presentación de una edición que busca ser «festiva» en medio de las grandes medidas de seguridad que, en pleno estado de emergencia en Francia por los recientes atentados yihadistas, intentarán evitar incidentes.