El cineasta norteamericano Martin Scorsese cuestionó ayer en Oviedo la política migratoria del Gobierno de Donald Trump que, a su juicio, va «contra la idea básica» de lo que es Estados Unidos desde su fundación y ha advertido: «Si se hubiese empezado a aplicar en 1909, yo no estaría aquí». En rueda de prensa dos días antes de recibir el Premio Princesa de Asturias de las Artes como renovador y figura indiscutible del cine estadounidense, Scorsese tuvo un recuerdo para sus orígenes, los de un nieto de campesinos sicilianos que habían emigrado con sus hijos Nueva York. El cineasta se mostró esperanzado en que las actuales trabas impuestas por el Gobierno de EEUU sean «solo una fase» y se retomen unas políticas migratorias «razonables» que permitan seguir adelante con el «experimento» que supone una sociedad con personas que tienen lenguas y religiones distintas.