La candidatura del conjunto arqueológico de Medina Azahara comienza hoy la cuenta atrás en su largo camino hacia el título de Patrimonio de la Humanidad, ya que la asamblea del Comité de Patrimonio Mundial, reunida desde el lunes en Manana (Baréin), inicia esta tarde la evaluación de los distintos elementos que optan al título, aunque, tal y como está previsto el desarrollo de la reunión, y considerando que la ciudad palatina se examina en el número 19 de una lista de 29, es muy probable que la decisión sobre la candidatura cordobesa no se conozca hasta mañana por la tarde o, incluso, si los debates se alargan, hasta el domingo por la mañana. Si finalmente consigue el reconocimiento, Córdoba se convertiría en la única ciudad del mundo con cuatro declaraciones Patrimonio de la Humanidad.

También hoy parte hacia Baréin la delegación que representará a la única candidatura española en esta asamblea, y que está compuesta por Teresa Lizaranzu, embajadora de España en la Unesco; Elisa de Cabo, que encabeza el equipo técnico del Ministerio de Cultura; Miguel Ángel Vázquez, consejero de Cultura de la Junta; Isabel Ambrosio, alcaldesa de Córdoba; Esther Ruiz, delegada del Gobierno de la Junta en Córdoba, y Antonio Ruiz, presidente de la Diputación.

OPTIMISMO Sobre este reto, Isabel Ambrosio señaló ayer que las sensaciones «son muy positivas», según las valoraciones de los informes recibidos hasta ahora. «Creo que tenemos una opción, aunque es verdad que no vamos a respirar tranquilos hasta que llegue el momento», continuó la alcaldesa, que reconoció que «vamos con un optimismo que se nota, y no contemplo en este momento que haya algo que no haga posible que Córdoba cuente con esa declaración», destacando la privilegiada situación en la que quedaría la ciudad añadiendo un título mundial más a los que ya poseen la Mezquita Catedral, el casco histórico y, en el terreno inmaterial, la Fiesta de los Patios. Por otro lado, Ambrosio también quiso mostrar el compromiso «que adquirimos con ese título», lanzando un mensaje «de confianza» hacia la Unesco en cuanto a la «responsabilidad y compromiso que asumimos con esta declaración». «Somos conscientes de que no solo es un honor y un orgullo, también es un plus de responsabilidad para la conservación y mantenimiento», aunque, destacó, «esta ciudad tiene experiencia sobrada en la gestión del patrimonio, capacidad para su puesta en valor y, sobre todo, para que sea un elemento que ayude a un sector económico como es el que tiene que ver con la cultura dentro de la actividad turística», y «con ese empeño es con el que iniciamos esta misión», esperando volver «con la declaración bajo el brazo para poder disfrutarla con toda la ciudad», que aguardará con expectación durante este fin de semana la resolución final con un programa de actividades que se anunciará hoy con el objetivo de implicar a toda la ciudadanía en un momento que pasará a las páginas de la historia de Córdoba.