La cineasta española, Isabel Coixet, expresó ayer su respeto a las mujeres realmente valientes que ponen en peligro sus vidas en la lucha por conquistar sus derechos, durante la presentación en la Berlinale de su filme La librería. Preguntada en rueda de prensa por el debate en torno a la campaña #MeToo para denunciar los abusos sexuales en el mundo del cine, Coixet afirmó «respetar y entender» este movimiento.

Pero al mismo tiempo se refirió al «verdadero coraje» de las adolescentes de 17 años en Irán que se quitan el velo, lo cuelgan de un árbol y ponen en riesgo su vida reclamando su derecho a decidir por si mismas si quieren o no ir cubiertas. Lo que hay que preguntarse es cuáles son las mujeres que están arriesgando sus vidas por este movimiento, agregó, al tiempo que dijo aplaudir «todo lo que se mueve en esa dirección». La actriz británica Emily Mortimer, quien da vida en el filme de Coixet a una mujer valiente, Florence Green, que a pesar de la oposición del pueblo en el que vive y los consecuentes obstáculos decide abrir en los años 50 del siglo pasado una liberia, habló de un “momento increíblemente emocionante para las mujeres” al aludir al #MeToo. Todo este debate «te hace darte cuenta de lo mucho que ha estado afectando a tu vida en términos de calidad, me afectó a mí también», dijo. El «gran cambio», agregó, es que ahora los hombres se han incorporado al debate y se está conversando con ellos este asunto.

Por su parte, la actriz Patricia Clarkson, que da vida a la controladora y vengativa Violet Gamart, firme opositora al proyecto de librería impulsado por Florence Green, recordó a «todas las mujeres valientes en todo el mundo», violadas y con sus carreras truncadas, y destacó el hecho de que «este comportamiento este siendo expuesto».

El filme de Coixet, rostro habitual de la Berlinale y la encargada de abrir el festival hace dos años, se proyectó ayer en la sección Berlinale Special.