El martes próximo irá al Consejo de Gobierno de la Junta la propuesta de declaración como Bien de Interés Cultural del Círculo de la Amistad, según anunció ayer la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, que manifestó que se trata de «un emblemático edificio que merecía este reconocimiento», que supone una «buena noticia» para Córdoba. Con una «enorme satisfacción» recibió ayer esta comunicación Federico Roca, presidente de la entidad, que reconoció y agradeció que «se haya hecho todo lo posible para conseguirlo», así como «el reto que supone para la próxima junta directiva del Círculo de la Amistad», no solo por el edificio en sí, sino «por toda la labor cultural que se ha venido desarrollando durante estos 160 años».

El Círculo de la Amistad fue fundado el 31 de mayo de 1854 y durante sus años de existencia se han desarrollado en esta sede todo tipo de representaciones teatrales, conciertos, recitales poéticos y bailes de sociedad. En este tiempo, se destacan dos hitos reseñables. El primero, el 30 de abril de 1964, cuando el Ayuntamiento de Córdoba, regido por Antonio Guzmán Reina, otorgó al Círculo de la Amistad la primera Medalla de Oro de la Ciudad. En segundo lugar, el día 31 de marzo del 2006, el Rey Juan Carlos I concedió a esta entidad, bajo la presidencia de Rafael Quintela, el título de Real.

Por otro lado, este centro siempre ha tenido un reseñable peso específico en el ámbito cultural de la ciudad y conserva un legado artístico de gran importancia, destacando la impronta del pintor Julio Romero de Torres, que dejó su huella en esta entidad con seis grandes murales que decoran su escalera principal, así como la obra Rosas en la balconada, junto a su hermano Enrique. Los seis murales citados son un conjunto de piezas de gran interés en las que el pintor desarrolló un exquisito programa de carácter simbolista. El Círculo de la Amistad alberga también una importante biblioteca con un fondo bibliográfico de alrededor de 17.000 volúmenes reunidos a lo largo de su historia en varias etapas y por procedimientos diversos, como donaciones ministeriales, y de un modo destacado por la compra de la biblioteca privada de Domingo Portefaix en 1869, y un archivo con fondos documentales, así como un importante fondo antiguo de los siglos XVI y XVII.