Los cines de verano cordobeses -Fuenseca, Olimpia, Delicias y Coliseo San Andrés- volverán abrir sus puertas el próximo 19 de junio y hasta mediados de septiembre, para ofrecer nuevamente una variada programación destinada a todos los públicos, que incluirá los últimos estrenos de la temporada, entre ellos Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar. Y una de las primeras cintas que se podrá ver es el documental Whitney, sobre la vida y trayectoria de la cantante Whitney Houston, en el Fuenseca, donde arrancará ese día el ciclo que se realiza en colaboración con el Festival de la Guitarra, La música proyectada, y que también ha programado la ópera rock Tommy, un filme sobre la banda The Who del que ahora se cumple su 50 aniversario.

Según señala Martín Cañuelo, responsable de estos recintos, se ofertará una selección de los títulos más importantes del año,a tanto a nivel nacional como internacional, además de los estrenos que se vayan produciendo a lo largo del verano, con especial atención al séptimo arte español. También habrá cine de autor y los espectadores tendrán la oportunidad de volver a ver algunos clásicos recuperados.

Este año, las instalaciones no presentan ninguna novedad, aunque, según señala Cañuelo, se continúa a la espera de la rehabilitación de la nave que hay detrás de la pantalla del cine Fuenseca, la primera comercial que tuvo el grupo Carbonell en Córdoba a finales del siglo XIX y «que podría convertirse en una sala de usos múltiples», sobre todo, destinada a actividades culturales, y albergaría a «unos doscientos espectadores».

En cuanto al filme que este año podría ser el más visto, como sucedió con Campeones en el 2018, la intuición de Cañuelo no se inclina por una u otra. «De momento, este año no hay una película que tan claramente vaya a ser el éxito del verano, destinada a un público tan amplio, como sucedió con la cinta de Fesser», dice el programador, que aún así considera que «hay bastantes títulos con mucha calidad que en esta edición pueden atraer a mucho público». El responsable de los cines de verano espera que estos recintos tengan la misma aceptación que el pasado año, donde las agradables temperaturas propiciaron la asistencia. «Si el calor es excesivo durante muchos días, los cordobeses se resguardan bajo el aire acondicionado, pero nosotros sobrevivimos siempre», asegura Cañuelo, que recuerda la singularidad que otorgan a Córdoba estos recintos, que están despertando cada vez más curiosidad fuera de ella.