La ciudad de las estrellas (La La Land)' sigue batiendo récords. Pocos días después de convertirse en la película más laureada en la historia de los Globos de Oro -se llevó siete-, desde este martes es la película con más candidaturas a los Oscar: optará a estatuilla en 14 categorías, igualando así a 'Eva el desnudo' y 'Titanic'. Entre sus competidoras destacan 'Moonlight' y 'La llegada', que suman cada una ocho nominaciones, 'Manchester frente al mar', con seis, y 'Comanchería', con cuatro. ¿Cuál de ellas triunfará en la categoría reina, la de mejor película? Analizamos sus opciones.

'LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS (LA LA LAND)'

Una victoria de cajón

Puede que la carretada de nominaciones acumuladas por 'La La Land' sea llamativa, pero para nada sorprendente. Y, del mismo modo que su presencia en tantas candidaturas se daba por hecha, también se asume que varios de los galardones más importantes serán suyos a pesar de ser un musical en el que ni las canciones ni las coreografías son nada del otro mundo, y cuyos actores no cuentan con el canto y el baile entre sus mejores facultades.

Los motivos son varios. De entrada, tiene el factor campo a su favor. Al fin y al cabo, es una carta de amor a la ciudad de Los Ángeles, que es donde viven la mayoría de los votantes, y además funciona como tributo a una cosa que a los votantes les enamora: su propio ombligo. Tres de los últimos títulos ganadores del Oscar a la mejor película -'The artist', 'Argo' y 'Birdman'- hablaban de la magia del cine o la grandeza de los actores, y ambos temas componen la excusa narrativa de 'La La Land'. Y, por último, ¿cómo no va un académico de Hollywood a dejarse fascinar por una película por otra parte fascinante que retrata los sacrificios que el camino hacia el éxito cinematográfico requiere? Muchos de ellos los conocen de primera mano y, quienes no, seguro que fingen hacerlo.

'MANCHESTER FRENTE AL MAR'

Miel para asnos

El caso de 'Manchester frente al mar' es paradójico; los rasgos que hacen de ella una obra extraordinaria son los mismos que probablemente la hayan dejado sin opciones reales de ser elegida mejor película. Nos explicamos: habla de la pérdida, el dolor y el luto, y para hacerlo no solo no cae en alardes sensibleros sino que además se sirve de un protagonista incapaz de articular sus sentimientos. Es decir, carece del tipo de atajos emocionales que a lo largo de su historia la Academia de Hollywood ha demostrado valorar tan positivamente.

Además, que durante la gala de los Globos de Oro Jimmy Fallon la definiera como “la única cosa más deprimente que el 2016” probablemente resuma la opinión de buena parte de los votantes, muchos de los cuales quizá prefieran ir al cine a ver gente bailando que a llorar. Por todo ello, las posibilidades de 'Manchester frente al mar' parecen estar centradas en otra categoría: es casi seguro que Casey Affleck será elegido de mejor actor. O al menos así era hasta que unas acusaciones de acoso sexual lanzadas contra él en el pasado fueron rescatadas de la basura por una mano negra. ¿Quizá la del representante de Ryan Gosling?

'MOONLIGHT'

La apuesta comprometida

Seguro que entre los miembros de la Academia hay quienes esperan más que luces y colores -más o menos lo que ofrece 'La La Land'- de una obra merecedora del Oscar a la mejor película. Incluso para a ojos de un espectador europeo 'Moonlight' da la sensación de retratar con precisión lo que significa ser negro en América, y lo hace sin caer en los estereotipos y caricaturas tan comunes en Hollywood y sin definir a sus personajes en función de su relación con el hombre blanco, como incluso '12 años de esclavitud' hacía.

Y no olvidemos que recientemente la Academia renovó su membresía tras las protestas generadas por su tendencia de olvidarse de los artistas afroamericanos a la hora de nominar, y que premiar 'Moonlight' les vendría de perlas para lavar su imagen especialmente tras unos meses en los que Estados Unidos ha visto un incremento de muertes de hombres negros por disparos de policías blancos y el ascenso de un xenófobo a la presidencia del país. El problema de 'Moonlight' es que no solo es cine afroamericano sino también homosexual. ¿Realmente está la Academia de Hollywood preparada para tantos progresos de golpe?

'LA LLEGADA'

Ciencia ficción, ni más ni menos

'La llegada' es una película dividida de forma casi simétrica en dos partes: una de ellas es la historia de una madre que pierde a su hija y, también, una metáfora sobre la necesidad de unidad y tolerancia entre los pueblos. La otra, que evoca a 'Encuentros en la tercera fase', se centra en la visita a la Tierra de unos alienígenas con forma de pulpo y del fascinante, casi solemne, proceso emprendido por una científica para aprender a comunicarse con ellos.

Merece la pena repetir esto último: en buena medida, la película de Denis Villeneuve habla de extraterrestres que no hablan nuestro idioma y de un asunto en apariencia tan poco dramático como el estudio del lenguaje. Que su manera de hacerlo sea precisamente lo que hace de ella una película excepcional carece por completo de importancia, porque, si revisamos la historia de Hollywood, no encontraremos ni una historia de marcianos ni una sobre lingüística, fonética y simbología entre las ganadoras del Oscar. Y no parece probable que eso vaya cambiar el próximo 26 de febrero, pese a sus ocho nominaciones, incluidas las de mejor película, director y guión adaptado.

'COMANCHERÍA'

La América profunda que votó a Trump

‘Comanchería’ relata dos historias convergentes: la de dos hermanos (Chris Pine y Ben Foster) que atracan bancos en Texas para saldar una deuda y la del sheriff a punto de jubilarse obsesionado por darles caza (Jeff Bridges). Pero 'Comanchería' es, por encima de todo, un portentoso retrato de esa América profunda a la que apeló Donald Trump y que decidió votarle porque no tenía dónde caerse muerta; la América del desempleo, las preferentes, los desahucios, la pobreza física y moral.

Metafórica y crepuscular, acre y polvorienta, 'Comanchería' reformula de forma brillante el wéstern en forma de ‘thriller’ rural, a través de la rotunda dirección de David Mackenzie, autor de 'Convicto (Starred up)'; y el excelente guión de Taylor Sheridan, escritor también de 'Sicario', de Denis Villeneuve. El filme, una de las grandes sorpresas de la temporada, ha roto la banca, de forma casi inesperada, con sus cuatro nominaciones nobles al Oscar: mejor película, mejor guión, mejor montaje y, por supuesto, mejor actor de reparto para un Jeff Bridges en estado de gracia que en un mundo perfecto -y con permiso de Michael Shannon, fabuloso también en 'Animales nocturnos'- no debería volver a casa de vacío en la ceremonia del 26 de febrero. Suya, la de Bridges, parece,en cualquier caso, la única opción de 'Comanchería' para asaltar Hollywood.