El Instituto Cervantes arrancó ayer en El Escorial (Madrid) su reunión anual de directores, una cita en la que se diseñarán las líneas de trabajo para el nuevo curso, como su expansión en el África subsahariana o los modelos de presencia en las 86 sedes de los 45 países en los que está presente. Con la presencia de 58 directores, esta reunión anual comenzó con la tranquilidad que les da el saber que el español «goza de muy buena salud» en el mundo, ya que casi 483 millones de personas, el 7,6% de la población, lo tienen como lengua materna.

«El resultado y el balance de este año es muy positivo porque la cultura en general», destacó el secretario de Estado de Cooperación Internacional y presidente del Consejo de Administración del Cervantes, Juan Pablo de la Iglesia, al comenzar el encuentro.